domingo, 12 de enero de 2014

Capítulo 22. Lo tuyo no es interrupción, es rescate


[Narra Belén] :

Mientras Lizzie salió decidida a su cita con Niall, yo llamé a Zayn:

-¿Sí? -oí su voz apagada y cansada, seguramente estaría sentado en el sofá.
-Zayn, ¿hacemos algo hoy? -me incorporé de la cama y me limité a dar vueltas por la habitación.
-¡Claro! En media hora paso a por ti, preciosa. -sonreí tímidamente a pesar de estar al otro lado del teléfono.-¡Ah! Ponte ropa cómoda. -y en ese mismo instante, me extrañé muchísimo de que Zayn me dijese eso.
-¿Por qué? -busqué en mi armario, ya que quería encontrar "ropa cómoda".
-Ya lo verás. -y acto seguido colgó y no me dio tiempo a preguntarle nada más. Negué con la cabeza y opté por unos pantalones de chándal grises y bajos de cintura pero anchos de piernas y cogidos por unos elásticos por abajo, es decir, me puse lo que todas las chicas tienen: una camiseta blanca de tirantes, una sudadera de Hollister junto a unas vans granates que mi madre me regaló por mi cumpleaños. Después, salí al porche para esperarle y pude ver que hacía una tarde muy buena.
No sabía dónde se habían metido las chicas, sólo había visto a Gema que se había metido en el twitter de Aurotioner a liarla un rato. La verdad es que me daba pena Gema. Liam no era así con nadie, pero si te acuestas con un tío se supone que el tío te busca y no te deja sentirte utilizada, aunque esta vez era distinto. Muchas veces, las chicas habíamos pensando en juntarlos, encerrarlos, y aunque se matasen, cosa que dudaría mucho, queríamos que hablasen y que hiciesen algo. Por lo que Harry me había contado por whatsapp tampoco Liam lo estaba pasando de lujo.
Mientras seguía divagando y pensando en todo eso, Zayn ya había llegado a la casa de Irene.

-Estás preciosa. -y yo sonreí enseñando mis dientes blancos y relucientes.
-Parezco una maruja de barrio, Zayn, aunque intento ir decente. -subió las escaleras vagamente.
-Pues, ¡¿como irás por casa cuando esté sola en casa ?! -y le di un codazo; la verdad es que ir por casa es un lujo que toda chica se da, pero nunca, y digo nunca, los chicos debían vernos en "todo nuestro esplendor" como una conocida nuestra decía para referirse a las pintas de ir por casa.
-¿Y...? ¿A dónde vamos? -y me cogió de la mano para dirigirme al coche.
- A mi piso. -me dijo mientras me abría la puerta del coche.
-¿Desde cuándo tienes un piso, Zayn? -y se encogió de hombros.
-En realidad... -comenzó a divagar en su mente. -Tenemos dos, uno grande que es a donde vamos cuando nos cansamos de estar en casa o si alguien quiere llevarse a su chica, y otro mío. -Lo que más me sorprendía de Zayn era su humildad, nunca sacaba a relucir que los millones le salían por las orejas ni la marca de ropa, nada. Era algo que llevaba normal, como si su vida antigua hubiese continuado después de que Simon Cowell hubiese formado "One Direction".-Hemos llegado. -y entramos en un pequeño edificio que desde fuera parecía estrecho y blanco. Subimos a la tercera planta.
Cuando Zayn abrió la puerta de su casa me quedé anonadada. El piso poseía muy pocos muebles, concretamente habían un sofá, una tele, una cocina, una cama, y ya está. Lo que llenaba al piso de "vida" eran sus paredes. Zayn lo había convertido en su propio estudio y las paredes de aquel apartamento eran un lienzo como el que Harry iba haciendo poco a poco con su cuerpo.
-¡Alá! -no supe qué mas decir, ya que seguía absorta.
-Lo sé. Mi madre no me dejó pintar las paredes de su casa, así que ésta fue mi solución. -me dijo señalando las paredes pintadas. -Cuando hoy me llamaste, me pillaste en mitad de un dibujo. -y me tendió una mascarilla para no oler la pintura.
-¿Vas a dejarme pintar algo? -me ilusioné.
-No. -dijo serio, y entonces, el ambiente se cargó en tan sólo unos instantes. -Es una broma. -suspiré hondo y me tendió lo que yo llamaba "un pincel", aunque no lo era. -Los colores están ahí por si quieres cambiar el spray. -y en ese momento, puse la radio y cogí una pared limpia para pintar. Cuando terminé el dibujo, dije:
-Perry, el ornitorrinco. -sonreí y vi que me había salido casi idéntico.-Tengo cierta debilidad por ese animal. -y acto seguido, él se quitó la mascarilla y los guantes; y luego, se acercó más a la pared para poder apreciar el dibujo.
-Pensaba que tu debilidad era yo. -dijo mirando para el suelo y sonriendo cómicamente, y luego consiguió que me riese.
-¡Oh, por favor, DJ! -me quité yo también mis guantes. -¡Soy Niall Girl!
-¿En serio? -y asentí.
-Pero me gustas tú. -sonreí acercándome a él.
-Así me gusta. -y me besó dulcemente.
Acabamos la tarde pidiendo un pizza , cenando en el suelo del piso. Al rato se encendió un cigarro
-¿No te importa, no? ¿Me vas a echar la charla de las mierdas que me meto al cuerpo o algo por estilo?- No pude evitar reírme.
-No, pero solo si me das uno- me tendió uno y estuvimos matando el tiempo, antes de que nos matase a nosotros.

[Narra Gema] :
Y ahí estábamos mirándonos el uno al otro con una taza humeante de té entre las manos. Liam fue a casa de Irene y dado que yo era la única que estaba allí, porque no me apetecía salir. Llamó a la puerta y por su cara a la última persona que se esperaba era yo, se "excusó" con un "Necesitaba hablar con alguien, y Andy no me coge el teléfono". Le hice pasar y sentarse en el sofá, le di té parecía un poco tenso, para cuando quise darme cuenta de que el té no tranquilizaba, si no todo lo contrario, Liam ya le había dado dos sorbos:
-Cuéntame, soy toda oídos-  apagué mi móvil y lo dejé sobre la mesa.
-No sabía a dónde ir, porque los chicos hemos discutido - Abrí los ojos, y cambié la postura de mis piernas.
-Pensaba que..- Pero no dejó terminar mi frase.
-Ha sido Modest- todo encajaba- Y ha hecho que riñamos los unos con los otros. Louis se ha ido por un lado, Zayn por otro, de Niall no sé nada y menos de Harry. No podía estar en casa, dudo que algunos lo hagamos..- comenzó su relato. Según el manager los chicos se habían comprometido a sacar 4 discos en los próximos tres años, cosa que a los chicos les ilusionó, y estaban dispuestos. El problema fue cuando su "maravilloso" manager, reforzó lo de los guardias de seguridad para que no pudiesen acercarse a las fans cosas a que los chicos les reventó, también dijo que las relaciones de los chicos debían enfriarse sobre todo la de Louis y Harry por el tema de Larry , por lo que me comentó Liam , Louis sacó su mal genio, Harry protestó, y Niall intentó poner orden junto a Liam en vano. Al manager no le importó los sentimientos o reacciones de los chicos y siguió añadiendo reformas como cuando una ametralladora lanza balas. Al llegar a casa estaban todos que echaban humos y liaron la de dios. Sacaron el mal genio que todos llevaban dentro. Cada uno se largó.
-Bueno..- dejé la taza de té- ¿Vais a luchar contra Modest?
-Créeme que podríamos incendiar las oficinas de Modest si quisiéramos. Louis lo dijo hace poco "Si nos tocan mucho las pelotas podemos pelear, tenemos miles de fans que no se apoyan, ya las veo haciendo una recolecta de gasolina, cerillas y mecheros". - hizo una pausa para poner aire- Pero hemos firmado un contrato y queremos trabajar en esto.-Asentí- Lo que más me jode es que afecte entre los chicos- Liam parecía muy afectado.
-Liam- le cogí la mano- son tiempos malos, pero veréis que cuando esteis fuera, de gira, llenando estadios veréis como valió la pena aguantar-Conseguí que sonriese- Pero hay que aguantar.
-Ya ..- dijo haciendo un suspiro.-No tienes que volver hoy si no quieres - me miró ferozmente- es decir, si quieres evadirte, puedes quedarte aquí, ya mañana será otro día - alcé las manos y me llevé las tazas a la cocina.
-Toma- me dijo- Si llama Modest, no me has visto, me han robado el móvil - asentí y cogí su iPhone.
-Está bien.-
Al cabo de un rato las chicas llegaron  a casa con pizzas y vieron a Liam, me preguntaron qué había pasado, argumenté que había sido problemas en casa . Sin más pusieron la mesa.
-Bueno, Liam, ¿Qué ha pasado? - le preguntó celia mientras cogía otra porción de pizza.
-Tu novio está que echa humos- dijo liam mirando a Celia, está lo fulminó.
-¿Has oído eso Mrs. Tomlinson? - soltó Belén mientras intentaba contener la risa.
-¿No os lo ha contado Gema? -todos me miraron.
-Que yo lo sepa y sea miembro de Aurotioner, no significa que tenga que ir contándolo si se trata de algo tan serio - Y era verdad .
-Gema ha sacado su lado responsable- Dijo Irene cerrando el cartón de la caja de pizza. Liam dio algunos detalles, pero no quería profundizar. Tras un trozo de pizza y unas pocas horas después decidimos irnos a dormir, le proporcionamos a Liam ropa cómoda para que se cambiase.
-¿Quién va a dormir con él?- Preguntó Irene mientras entraba en el otro baño donde todas nos estábamos lavando los diente.
-Creo que la respuesta es obvia- Todas dirigieron la mirada hacia mi.
-Oh, por favor- cerré mi neceser, y salí al pasillo donde Liam esperaba. -Creo que ya sabes con quien vas a dormir.- Ambos nos encogimos de hombros. Agradecí para mis adentros que la habitación nos habían proporcionado las chicas tuviese una cama nido.-Escoge la que quieras.
-A mi me da igual.- suspiré.
-A mi también.- Podíamos habernos tirado así toda la noche y como Liam no dejaría su caballerosidad a un lado, tome iniciativa y me quedé con la cama de arriba. No fue fácil conciliar el sueño, el ambiente se cargaba y los recuerdos de la última vez que vi a Liam no paraban de reproducirse en mi cabeza como si fuesen una película. Si las chicas de Aurotioners se enterasen me matarían, y las directioners me llevarían a la hoguera por como me estaba portando con Liam , pero él tampoco reaccionaba, no pensaba arrastrarme. Me quedé dormida antes de indagar más en mi mente, y los tenues rayos de sol que se filtraron por la ventana, hicieron que me despertarme, y estaba sola, no era nada nuevo. Salí haciéndome una trenza, mientras me dirigía a la cocina, pude ver que Irene estaba en la ducha , y el resto exceptuando a Celia, que seguramente seguí durmiendo, en la cocina.
- ¿Que más quieres para desayunar Liam?- Dijo Belén con una sarten en la mano.
-¿Le estáis dando de comer a Liam o al tercer mundo?- dije mientras me servía un poco de zumo.
-Le estoy diciendo que con un bol de cereales me basta- No pude seguir bebiendo por las carcajadas que brotaron dentro de mi.
-Liam, ¿Cómo te comes los bols de cereales si  le tienes miedo a las cucharas?- Me senté en la mesa, mirándolo fijamente.
-Así- cogió la caja de cereales , se echo un puñado a la boca y después un sorbo de leche. Todas empezamos a reír.
-Creíamos que no hacías eso, que era un mito- Dijo Irene entrando con el pelo mojado.
-Pues no es así- Ayudé a Andrea a poner la mesa , colocar la fuente de las tortitas, el sirope, el bacon y las tostadas, me dí cuenta de lo que estaba pasando en cuento sacamos los donuts y las napolitanas, no intentábamos cebar a Liam, iban a venir a buscarle esta mañana. Y no me equivocaba:
-¡QUÉ BIEN HUELE, SEÑOR!- dijo Niall entrando por la puerta, los ojos se le abrieron cuando vió la mesa puesta.- Decirme que.. esto no es solo para Liam, y que por lo menos voy a poder comer algo.
-En realidad es todo para mi- Dijo Belén - Lo siento.
-¿Estás de broma , no?- Niall cogió un donuts y empezó a comérselo. Al cabo llegó Harry preocupado, y después Zayn y Louis, era maravilloso ver como los chicos no podían pasar más de un día peleado, se abrazaron cuando llegaron, Louis dijo algunas tonterías con tal de calmar el ambiente, y lo de Modest quedaba atrás, muy atrás. Lástima que amainásemos una tormenta para empezar otra.
-Creo  que habéis despertado al huracán- dijo Irene.
-¿A quién? - Harry miró impaciente a la puerta, a los segundo celia apareció por la puerta con una camiseta corta por encima del ombligo, blanca con el logotipo de california estampado, unos pantalones grises cortos de chándal, y un moño mal hecho.
-¿Es que no se puede dormir en esta casa? ¿Por qué gritáis tanto?- comenzó a restregarse el ojo derecho.
-¡¿QUÉ?!- gritaron los chicos.
-¡NO TENGO NI IDEA DE QUE NOS DICES , CELIA!- remató Niall.
-¡HABLAS MUY BAJO!- Añadió Zayn.
-Os odio- y todo estallamos en risas.
-No tiene muy buen humor por las mañanas- dijo belén pasándole el café.
-No- dijo irónicamente.- Es demasiado temprano para hacer el ruido que estáis haciendo- dio un trago al café- Es malo para la salud-Harry y Zayn rieron entre dientes y le pasaron las tortitas a Celia. - No tengo mucha hambre- Dijo las palabras mágicas para que los chicos le cargaron el plato con tortitas, bacon, y huevos junto a un zumo.- Cabrones- dijo ella entre dientes.
-El desayuno es la comida más importante del día- Argumentó Louis con su fina sonrisa.
-¿Qué has estado haciendo esta noche?- preguntó Andrea.
-Seguro que hablar con Louis -Harry intentaba chincharla, lo cierto era que Celia no tenía muy buen despertar, pero cuando hubo tomado cuatro sorbos de café y algo de dulce mientras los 40 principales sonaban de fondo volvía a ser persona.
-Que va, había drama en el fandom- dejó la taza en la mesa.
-¿Has estado hablando con Eri?- Celia asintió a la pregunta de Irene- Cómo lo sabía, me encanta cuando os mencionáis en Twitter y empezáis a quitarle menos peso al drama con vuestras burradas- Celia sonrió.
-Os pese a todos, las Louis girls somos el salero del fandom - Harry , Zayn y Liam aplaudieron.
-En eso llevas razón y más cuando os unís todas, algunas veces leo tweets del algunas Louis girls españolas, luego tengo que traducirselos a Louis- Niall se sentó ahora al lado de Celia.
-Si te parece  dejo que te descojones tu solo con las cosas de mis chicas -La conversación a partir de ahí siguió su hilo, y nosotros seguimos traficando con la comida "¿te vas a comer eso, Zayn?" , "Cell, por favor comparte ese último donuts" y cosas así, parecía imposible organizar aquel desayuno y que diez personas cupiesen en aquel pequeño espacio, como si una pequeña burbuja nos aislase de mundo y de Modest. Pero ese pequeño espacio de evasión se vio interrumpido y la realidad nos llovió como un jarro de agua helada:
-Decirme, que no los habéis secuestrado- La madre de Irene estaba en el marco de la puerta no salía de su asombro.
-Hola- dijo Zayn alzando la mano, todas les miramos.
-La verdad es que si- Dijo Louis poniendo cara seria- Nos han atado con esposas a la cama y nos han violado- todos miramos a Louis con los ojos abiertos incluso los chicos- Bueno en realidad, nos hemos dejado un poco- gesticulo con los dedos.
-Eso es mentira- Dijo Celia.
-Han venido a desayunar- intenté excusar yo, ya que era lo que estábamos haciendo.
-Somos amigos- dijo Liam intentando sonar convincentes. Le explicamos a la madre de Irene de donde venía nuestra amistad omitiendo ciertas partes y sentimientos,  y después se fue. Los chicos también tenían que volver al mundo real, nos ayudaron a recoger la cocina y se despidieron, yo los acompañé al porche:
-Un momento , Liam- se giró inmediatamente y le tendí su móvil- Creo que te va a hacer falta- Sonreí.
-Gracias- nuestras manos se rozaron al cogerlo y unas maravillosas corrientes eléctricas acariciaron mi cerebro haciendo que mi piel se erizase, ninguna apartó la mano, y nos quedamos observando el uno al otro, sabiendo que ambos habíamos sentido eso, intentando comprender lo que acaba de pasar.
-¡Vamos, Liam!- gritó uno de los chicos desde el coche.
-Tengo que irme, gracias otra vez- Liam salió decidido por las escaleras pero de un momento a otra se volteó, y camino decidido hacia a mi, cogió mi cara entre sus manos y me besó cálida y dulcemente, como si intentase parar el mundo.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Capítulo 21. Temo perderlo para siempre


[Narra Lizzie] : 

Después de charlar con Gema, me encaminé hacia la habitación que compartía con Irene y Cell, y entré para dejar el ordenador, pero me encontré a Irene tumbada en la cama mirando el techo.
-¡Hey, cielo! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? -me preocupé y me senté en su cama.
-Sí, Lizz. No te preocupes.
-A mí no me engañas, ¿qué te pasa? -insistí una vez más.
-Pues, verás... ¿Te acuerdas que el otro día mi madre nos sorprendió con cinco entradas para el último concierto del tour de los chicos?
-¡Oh, sí! Estoy muy ilusionada. -sonreí.
-Pues..., me da pena que se acabe el tour.
-Pero, Irene, vendrán otras giras y otros conciertos... No se acaba el mundo todavía. -y acto seguido me reí de manera tímida.
-Ya, lo sé. -esbozó una leve sonrisa. -¡¿Pero, y si después de este tour, Harry se olvida de mí?! Tengo miedo de que olvide que nos conocemos, de que me olvide en general.
-Irene, te garantizo de que no se olvidará de ti. Eres inolvidable. -le saqué una amplia sonrisa.
-Gracias, guapa. -me agradeció y se sentó enfrente de mí. -¿Y qué tal estás tú con Niall? ¿Va avanzando vuestra amistad hacia un paso superior? -y se rió por esa última pregunta.
-De momento sólo somos amigos, y eso me hace estar contenta.
-Pero, ¿no te gustaría poder besarlo o mandarle algún mensaje romántico y típico de enamorados?
-¡Claro que me gustaría, Irene! Me encantaría, me chiflaría, me volvería loca de remate... -y me reí. -Pero, si no puede ser, no puede ser.
-Lizz, tú te mereces alguien como Niall.
-Ya, pero a lo mejor él no se merece alguien como yo. -bajé la cabeza.
-Di lo que quieras, pero si no luchas no lo tendrás nunca. Si no le dices lo qué sientes, otra chica se adelantará y lo hará por ti. Si no te atreves, nunca sabrás si ha merecido la pena decirle lo qué sientes por él. -y me levantó la barbilla. Luego, ella se levantó de la cama de golpe. -Lizz, arriésgate, si no lo lamentarás toda tu vida. -y abrió la puerta de su habitación y salió dejándome allí dentro pensando en lo qué me acababa de decir. Con deliberación y premeditación cogí mi móvil y llamé a Niall, aún sabiendo todas las consecuencias positivas y negativas que eso supondría.

[Narra Belén] : 

Por la tarde, estaba en el sofá con Gema viendo una película romántica y de risa. Cuando ya llevábamos la mitad de la película vista, apareció Irene entusiasmada y se sentó en medio de nosotras.
-Hola, caracolas. -nos saludó.
-¿Qué dices, loca? -le pregunté riéndome por su entrada tan efusiva.
-Nada. ¿Es que no puedo ser simpática con mis amigas?
-Claro. -y me reí.
-¿Qué veis?
-Una película de risa y de amor. -le contesté poniendo una voz teatrera.
-¿Cómo se llama?
-¡Ay, no sé!
-Genial, veis una película y no sabéis cómo se llama... Esto sí que es alucinante. -abrió bien los ojos y después se levantó del sofá.
-¿Dónde vas? -la miré con gran atención.
-Me piro, vampiro.
-Pues vale.
-¡Ah, vale! ¿No me vais a echar de menos? -se giró.
-No. -la miré un segundo y luego volví a centrar mi atención en la televisión.
-Muy bonito.
-Adiós. -levanté la mano para despedirla.
Irene salió de su casa rápidamente. Después, me fijé que Gema se había dormido, por eso estaba tan callada. Le puse una manta por encima para que no tuviera frío y a continuación apague la tele para no molestarla. Luego, me dirigí a la cocina para ver si encontraba alguien con quién hablar o si no llamaría a Zayn para que me diera conversación. Lo echaba de menos.
Sólo habían pasado unos días desde que nos habíamos ido del hotel.

[Narra Lizzie] : 

Después de hablar con Niall y de decirme que si podía quedar conmigo, me preparé bien para la tarde. Dentro de media hora, Niall pasaba a buscarme y quería estar bien arreglada y vestida, y además, no quería equivocarme con esta decisión que acababa de tomar. Si Niall no se atrevía a contarme sus sentimientos, se los iba a explicar yo.


Después de asegurarme de que iba bien elegante, bajé deprisa las escaleras, y eso atrajo la atención de Gema que salía del salón.  
-Guapa, -me piropeó. -¿Dónde vas? 
-He quedado con Niall.
-Te has arreglado mucho, ¿eh? -se acercó a mí. -Incluso te has pintado, y eso en ti no es habitual. 
-Ya, es que se lo voy a contar. 
-¿Ah, sí?
-Sí, Irene me ha convencido. No puedo seguir viviendo así, con miedo y cobardía. Tengo que enfrentarme a mis mayores miedos, a mis temores, a él. 
-¿Le tienes miedo? -alzó una ceja. 
-No, Gema, no le tengo miedo a él, sino que temo perderlo para siempre, porque cuando le dices a una persona que la quieres más que a un amigo, la amistad que mantienes con esa persona ya no se vuelve a recuperar jamás. 
-No vas a perder su amistad.
-Esperemos que no. -me puse la chaqueta y me coloqué bien el bolso. -Deséame suerte. 
-¡Good luck, honey! -dijo cruzando los dedos. Luego, salí de casa de Irene, aunque Niall aún no había llegado. 

jueves, 31 de octubre de 2013

Capítulo 20. Los fantasmas de las ex novias de mi futuro novio


[Narra Gema] :

-Aquí lo tienes. -dijo la chica de la farmacia, que me sonrió tendiéndome la caja en una bolsa; la verdad, nunca me había imaginado comprando píldoras para el día de después en una farmacia, y menos en Doncaster. Cuando salí de la puerta y dejé de notar los ojos de la farmacéutica clavándose en mí, relajé los hombros. "Si, Gema, estas cosas impresionan. Tu madre piensa que te vas a casar virgen, si es que algún día te casas." Y era verdad, mi madre siempre lo creía, porque como bien dice ella toda orgullosa, "yo me casé virgen", y yo lo negué con la cabeza mientras me encogía de hombros. No podía esperar a llegar al hotel, así que saqué la cajita y me tomé una de las cápsulas; cogí mi botella de agua y me la tragué como si no hubiese un mañana. No sabía dónde iba a esconder esa caja, no sabía lo qué le iba a decir a Liam cuando lo viese. Por suerte o por desgracia nos tuvimos que marchar antes.

[Narra Irene] :

Mientras Belén y Celia no dejaban de estar en su nube de enamoradas, yo estaba tumbada en mi cama. Seguía mirando aquellos papeles pegados en el corcho de mi pared para que no se perdiesen. Resulta que mi madre quiso darnos una sorpresa y era que había comprado entradas para el último concierto de los chicos, el final de Up All Night Tour, porque como yo ya tenía entendido iban a sacar nuevo disco denominado Take Me Home.
El otro día a Louis no se lo ocurrió otra cosa que decir que habían empezado a grabar canciones del nuevo álbum y a todas casi nos da un chungo, especialmente a las cuentas que mencionaban a los chicos como Aurotioners, que no tardó en publicarlo.
Me paseé por el pasillo porque no tenía otra cosa que hacer.
-Gema... -y ella me miró y automáticamente se quitó los cascos que tenía en las orejas.-¿Te pasa algo con Liam? Lleváis unos días distantes.-y se puso nerviosa.
-No, bueno sí. -y acto seguido se quedó callada. -No lo sé, Irene. -y Lizzie no tardó en llegar, y a continuación, las demás la siguieron.
-¡Terapia grupal! -gritó Cell, como si esperase que un grupo más grande se pusiese alrededor de Gema en plan "Alcohólicos Anónimos".
-No, chicas, no quiero hacer ninguna terapia. -se mordió el labio.-Las cosas...
-Pensábamos que habíais arreglado lo de Sophia. -y ella asintió.
-Sí...-tragó saliva. -Chicas, Liam y yo nos acostamos. -y a todas nos sorprendió. En ese momento lo comprendimos todo; regla número uno: "el sexo no es una solución ante un problema".
-¿Te dolió? -preguntó Lizzie y ella rápidamente lo negó.
-En absoluto. Y si me hubiese dolido hubiese hecho que Liam parase. -e hizo una pausa para colocarse el pelo. -Lo peor es la sensación de vacío... -y yo había oído hablar de ella, cuando concentras tantos sentimientos de forma intensa, y después se acaba sientes una sensación de vacío y de abandono, por lo que al tío le correspondía abrazarte hasta que  te durmieras o no. -Pero bueno, no me dolió.
-Dios... -dijo Belén entre dientes. -Te has tirado a Liam Payne. -y Lizz le tiró un cojín a Belén.
-¡Qué compresiva que eres a veces!, ¿eh, Belén? - yo me coloqué el pelo y me acerqué a Gema.
-Ese es el problema, que me he acostado con Liam Payne. -murmuró.
-No con Liam... -y la comprendía, yo todavía veía a Harry Styles y no a Harry, pero sólo a veces.
-Pasé un mal rato cuando fui a comprar la píldora del día de después. -y todas abrimos bien los ojos. Liam, el caballero inglés. Liam, el que era el padre de los cuatro. Liam, el más dulce y sensato.
-¿No se puso condón? -y yo juraría que a Celia casi le da algo.
-No lo sé. No me fijé en eso. Fue todo muy espontáneo. -dijo Gema, que era una chica lista y sensata, y ya lo había demostrado.

[Narra Cell] :

-Sé que no puedes vivir sin mi. -dije saliendo al porche de la casa de Irene, dónde estaba Louis que sonreía.
-¿Sabes una cosa? Las vecinas de Irene están encantadas. -hizo que me riese. -Un día viene el rizos, otro yo, otro Zayn. Un día las veo acampando. -y me abalancé sobre él.
-Yo también lo creo. -y le di un rápido beso. -Oye, Louis... ¿Me harías un favor?
-¿A quién hay que matar? -dijo. "No tienes arreglo , Tomlinson".
-Quiero que me lleves al metro. Las chicas no me han llevado al Andén  9 y 3/4. -y Louis abrió la boca.
-¿Qué pasa? Soy potterhead con todo el orgullo que me cabe entre pecho y espalda. -y Louis se rió.
-Oye, que yo soy el hijo secreto de Albus Dumbledore y de la profesora Mcgonagall, y no voy alardeando por ahí. -y le miré desafiante.
-¡Creído!
-No lo sabes tú bien. -Pero cumplió mis órdenes. Salimos escopeteados hacía el metro antes de que lo cerrasen y nos hicimos fotos, a pesar de la inmensa cola, porque como dijo Louis: "Soy Louis Tomlinson, a mí me dejan colarme por ser el hijo ilegítimo" , y muchas fans caritativas dejaron que se colase; después,  él para agradecérselo se hizo unas fotos con ellas y les firmó un par de autógrafos.
Mientras íbamos de camino a casa, miles de preguntar me llegaron a la mente.
-Oye, Louis... ¿Llevabas a Eleanor al andén? -y abrió los ojos como si hubiese descubierto una gran verdad oculta.
-¿Eleanor? -se encogió de hombros. Todos conocían a Eleanor. Eleanor, la novia dulce y guapa de Louis; a la que le quedaba bien todo y que era un amor de persona. A diferencia de otras chicas, yo le tenía un gran cariño a Eleanor. -No sé de quién me hablas. -No me esperaba que Louis reaccionase así ni que fuese así, al fin y al cabo, los recuerdos siempre permanecerían en nuestra mente.
-¿Me estás vacilando, en serio? -y acto seguido me reí por su expresión que decía que me lo estaba inventando. En ese momento, el móvil sonó y levantó la mano.
-Son mis damas. Un momento. -y sonreí porque sabía que se refería así a los chicos. -Dime, Niall. -sonreía mientras hablaba con él. -Está bien, me pasaré a por una pizza. -y torció un poco la boca con lo que le siguió diciendo el irlandés. -Dile al hipster de Zayn que se compre él los cafés del Starbucks, yo no tengo mil manos. -y escuché un "¡Pero tienes un culo gigante, Tommo!de Harry. -Rizos, sé que te pone a ti y a todos. -y luego escuché a Zayn gritar "¡A Celia también!".-Estoy seguro de qué es lo que más le gusta.-abrí bien la boca. Louis era un creído, un chulo, pero era Louis; si no fuese así, no sería él. -Bueno, damas, tengo que dejaros. Luego, os llevo eso. ¡Adiós! -y se metió rápidamente el móvil en el bolsillo, y no volvimos a tocar el tema: "¿Qué narices había pasado con Eleanor?"

[Narra Gema] :

Me disponía a abrir un libro por dónde lo había dejado; la verdad, el libro no era mío, sino que era de Celia, ya que se trataba de su libro favorito y lo releía cada vez que quería, aunque como buena lectora siempre que viajaba llevaba un libro que nunca había leído por si las moscas. Hice un intento de leer pero no pude. Bajé a la cocina y me encontré a Lizzie ensimismada con el ordenador. Deducía que estaría mirando el twitter de nuestros amigos de España, a los cuáles echábamos mucho de menos.
-¡Hola, Lizz! -dije perezosa y me senté en una de las sillas de la cocina.
-¡Hola! -me sonrió, y luego, apagó el ordenador. -Iba a preparar té, ¿quieres? -y asentí.
-¡Qué fina te nos has vuelto, Lizz! -y sonrió. -¿Sabes una cosa? -y acto seguido cogí una taza con cuidado para observarla. -Los irlandeses no toman té.
-Eres muy tonta. -y nos reímos.
-¿No os habéis besado? -Lizzie era la única que mantenía una relación de amistad con Niall, ambos eran muy amigos pero yo apostaba a que se gustaban.
-¡Gema, somos amigos! -y me reí entre dientes. La verdad es que ahora mismo daría todo lo que fuera por tener la relación que tenían Lizzie y Niall por la inexistente comunicación que teníamos Liam y yo, en el fondo me enfadaba; Si nos hemos acostado somos novios. Hazlo público, ¿no? ¿Acaso me querías sólo para eso?, miles de preguntas me abrumaban y me enfadan. Podía echar humo por las ojeras debido a la confusión que esto me provocaba, todo esto hacía que no tuviese ganas de hablar con Liam ni ganas de verlo. Me cabreaba y me sacaba de mis casillas.
-Sabes que si sigues así vas a perderle, ¿no? -Una chica rizosa morena estaba sentada encima de la encimera de Irene, cruzada de piernas, esa chica era Danielle. Primero, me asusté cuando vi su sonrisa divertida y sus ojos clavándose en mí,"¿Cómo había llegado hasta ahí?". Dejé la taza con sumo cuidado en la mesa y me giré para ver a Lizzie, ella estaba mirando su móvil como si nada; luego, me miró y me sonrió automáticamente. "¿Acaso no la veía?" Rápidamente, me giré para poder seguir contemplándola, pero Danielle ya no estaba allí, es como si se hubiese evaporado.

sábado, 12 de octubre de 2013

Capítulo 19. Una pena que durmamos bajo el mismo cielo pero no bajo las mismas sábanas o... ¿Era al contrario?


[Narra Gema] :

Y ante nuestra mirada la carretera, que pasaba delante de nuestros ojos a velocidad de la luz. Las rayas blancas que señalaban los carriles parecían cortas estrellas fugaces debajo de nuestro coche. El paisaje que nos ofrecía Inglaterra ahora mismo era el mismo paisaje monótono, todo verde; y el cielo encapotado lleno de nubes grises parecía como enfadado por los feroces destellos blancos que desprendían. Creo que la madre de Irene se peleaba con la emisora de la radio. Delante de mi había otro gran destello que resonó en todo el estado de UK, para dar paso a una gran tormenta. Pero yo ya no estaba ahí para poder ver las primeras gotas.

-¡Kate! -dije corriendo hacia ella para abrazarla. No me esperaba a Kate y a Alice en el hotel de Doncaster ni mucho menos, con todo lo que nos había pasado con los chicos no pudimos quedar con ellas, lo cuál no significa que no lo hubiésemos pensado varias veces.
-¡Gema! -y me abrazó. Kate olía a rosas literalmente y siempre iba bien conjuntada. Las demás corrieron para abrazarlas y saludarlas.
-¿Qué pasa? ¿Qué margináis a Alice? -dijo Cell mientras la saludaba. Nos percatamos de que nuestros dos amigas no estaban solas, ya que había otra chica con ellas.
-¿Estáis haciendo de hadas madrinas? -dijo Lizzie refiriéndose a la chica que las acompañaba; era un término divertido, si una fan no podía conocerles, nosotras hacíamos algún "milagro" y hacíamos de hadas madrinas.
-¡Qué va! -dijo la chica de ojos color chocolate esbozando una sonrisa. Era realmente preciosa con un pelo marrón casi por la cintura, delgada, tipo tumblr. -En realidad somos íntimas. -y todas nos encogimos de hombros. -Con los chicos. -"¿Con los chicos?" -Soy Sophia. -Cada una le dimos dos besos. Mientras desayunábamos en el restaurante, parecíamos verdaderas señoritas inglesas, sobre todo por lo bien que se nos daba cotillear.
-Y dinos, ¿de qué conoces a los chicos? -pregunto Cell. "Sabía que no podría resistirse a preguntarlo." Sonreí mientras lo pensaba y luego me empecé a beber el té, que tampoco estaba tan malo pero no era algo que me volviese loca.
-Verás..., soy la chica de Liam. -Y esas mismas palabras chocaron contra mí, haciendo que me atragantase. Todas se quedaron con los ojos bien abiertos y pálidas. "La chica de Liam."
-¿Ah, sí? -dijo Irene intentando sobrellevar la situación. "La chica de Liam."
En ese momento, Kate me pasó una servilleta.
-Si, tenemos algo. -"La chica de Liam". Me había roto por completo y no pude acabar de limpiarme porque me levanté sin previo aviso.
-Voy... -"La chica de Liam." -A cambiarme. -Tenía que salir de allí antes de inundar todo el restaurante, así que salí corriendo. "La chica de Liam." 

[Narra Irene] :

¿Qué coño acababa de pasar?, fueron mis últimas palabras cuando nos despedimos de las tres inglesas y ellas también se despidieron de nosotras en el hall para irse de compras. Nos miramos las unas a las otras.
-No sería capaz. -dijo Cell. Aunque, Cell siempre defendía a Liam.
-Tenemos que hacer algo. -dijo Lizzie. -Antes de que vengan los chicos, antes de que todo esto explote.
-Nos ha explotado ya, chicas. -dijo Belén, que se colocó de forma correcta el pelo. -Gema está rota y los chicos... -tragó saliva. -Acaban de entrar por la jodida puerta del hotel. -y nos giramos en la misma dirección que miraba Belén.
-¿Se os ha muerto alguien? -comentó Niall de manera bromista. Sonreímos relajadamente para disimular. Harry me miró y nos preguntó entre dientes lo qué pasaba.
-Acabamos de ver a tu chica. -comentó Cell con toda la fuerza del mundo.
-¿Gema? -dijo Liam, quién se percató de que Cell se dirigía a él.
-No... -dije en voz baja y Harry se colocó detrás de mi.
-A Sophia. -y los chicos se quedaron blancos y estupefactos como nosotras. Ahora parecía que a todos se nos había aparecido un fantasma.
-Tío, tienes que hablar con Gema. -le comentó Louis torciendo la boca. -Esa arpía, bueno, en realidad comprendo ambos puntos de vista. -Todos le miramos. -Joder, tengo cuatro hermanas. -y continuó: -Sophia era un antiguo rollo de Liam. Después de que rompieran, cada uno se fue por dónde había venido y decidimos aclarar lo de quedarse en el hotel. -Al día siguiente, Liam se dirigió a la habitación de Gema y nosotras..., bueno, digamos que cada una se fue por un lado distinto.

[Narra Gema] :

"No volveré a abrirle mi corazón a nadie más", eran mis constantes pensamientos mientras me maquillaba las ojeras y los ojos. Había estado llorando, y mucho.
-Gema. -me susurró una voz que hizo que las heridas, que estaban recientes, se abriesen y escociesen más. Reconocí esa voz, era la de Liam. -¿Gema? -me repitió y le abrí la puerta.
-No tengo pensado cerrarte la puerta, así que pasa. -me metí en mi habitación y cerró la puerta.
-Oye, Gema... -se acercó a mí.
-No. -me distancié de él. -¡Es tu chica! -le grité.
-No lo es. Es cierto que tuvimos algo... -musitó.
-Cuándo estaba indecisa, ¿verdad? -ni siquiera levantó la vista. -Perfecto... -le dije irónicamente. Iba a reemplazarme.
-No es lo qué piensas. -y yo negué con la cabeza. En ese instante, no me apetecía seguir hablando con él.-¡No, Gema! ¡No significa nada! Cuando... -hizo una pausa. -Me dí cuenta de que tú eras más importante.
-¡Déjalo, Liam! Yo sólo soy la española que se irá a finales de verano. -hice una pausa. -Y ella es... -y me callé durante unos breves minutos. -¡No puedo competir contra ella!
-¡Joder! -me miró y clavó los ojos en mi, y éstos se clavaron en mi corazón a la vez. -¡Ya le gustaría a ella ser tú! -y acto seguido se acercó a mi cogiéndome de la cintura. -¿Por qué narices te crees que ha venido?- desvié mi mirada. -Gema... -y negué con la cabeza. -Yo te quiero solamente a ti. -y me besó y entrelazamos nuestras lenguas. Me levanto y enlacé mis piernas a su cintura. Recorrió mi cuello a besos hasta que encontró la cama, y luego le saqué la camiseta. Pasé mis manos por cada músculo de su espalda y torso hasta que después él me despojó de casi toda mi ropa. Besó cada parte de mi cuerpo desde el cuello hasta el ombligo consiguiendo el efecto que quería, que le desease más que nunca. Le pasaba la mano por la espalda y rugía en mi boca cuando me besaba. Mientras me mordía el labio interior se deshizo de mi sujetador, hasta que entró en mí, al principio sólo encontró el impedimento natural de toda chica que no había mantenido relaciones sexuales todavía, pero después no hubo problema en que embistiese lenta y placenteramente contra mi. Nunca creí que Liam pudiese dar tanto amor que el que me dio en ese momento y el que yo le dí a él. "Tal vez estaba equivocada con eso de amar", eso fue lo que pensé antes de que me desplomase contra su pecho y pasará sus brazos por encima de mi.

[Narra Cell] :

-¿En serio vais a dejarme solo en casa con mis hermanas? -dijo Louis divertido entrando con sus manos en los bolsillos que tenía en ambos lados de los pantalones.
-Estamos un poco apretados...-confesó Zayn intentando ahogar una de sus perfectas sonrisas. 
-Sois unos cabrones y todo porque os habéis...-dijo Louis, que tenía el valor de terminar la frase, y de hecho, le sobraban huevos para hacerlo pero se limitó a reír entre dientes. Mis cuatro amigas y yo observábamos impacientes la conversación. 
-Yo no soporto dormir otra vez contigo en la cama, tío. -dijo Liam, que le miró divertido. -¿Podríais dormir vosotros con un tío que salta en la cama, come palomitas y las esparce por la cama, y luego se tira al suelo, hace la croqueta, te  muerde, y ya después si le da la real gana se tumba como una persona normal para dormirse? -y Niall no pudo contener la risa y estalló en carcajadas, como todos. 
-No te rías, Niall. En realidad, te mueres de ganas por que duerma contigo. -y Niall le lanzó una miada sexy a Louis, y él asintió.
-Bueno, en realidad, me da igual, chicos. Pasar tiempo con mis hermanas no me viene mal. -hizo una pausa para recordar lo qué iba a decir pero... -Eso si...
-Haced el favor de usar precauciones. -le dijimos Louis y yo no en un tono muy alto. Los chicos se fueron después de un buen rato allí con nosotras y yo volví a salir con el skate, pero de repente, como un rayo apareció alguien cerca de mí, en el otro carril.
-Te echo una carrera. -me dijo Louis, y él acto seguido dio más impulso, y yo hice lo mismo.
-Pero... ¡Louis! ¿Cuál es la meta? -le grité a pleno pulmón.
-¡Mi nariz! -entonces me eché a reír y me limité a adelantarle, o al menos a intentarlo. Cuando ya lo hice, él se paró.-Vale. Has ganado. -se sentó en una acera que había cerca de nosotros.
-¡Coño..., pero si has fijado una meta! -me excusé.
- Perdóneme, usted, madame. ¿El Buckingham Palace es de su agrado como meta? -y levantó el dedo meñique.
-Me parece bien. -me senté al lado de él mientras él sonreía de forma pícara.
-¡Oh! -se rió en voz baja. -Lamentarás haberme retado. -Y es que Louis era así.
-¿Ya no estás enfadado? -fruncí los labios.
-La verdad es que debería tener un cabreo de cojones, nena. -y acto seguido hizo una pausa para mirarme. -Pero contigo no sé por qué narices no puedo enfadarme; lo cuál me toca bastante las pelotas. -y yo entrecerré los ojos mientras me mordí el labio inferior.
-No me llamaste, Louis, y se supone, my Lord, que las señoritas no tienen que esperar nunca. -y le guiñé un ojo.
-¿No tenéis que esperar? -se mostró estupefacto.
-Sí. -me encogí de hombros.
-¿No tenéis que esperar? -me repitió y eso empezaba a ponerme nerviosa.
-¡Sí, Louis! ¡Joder! ¡No tenemos que esperar! ¡Me cago en todo el Parlamento! ¡No voy a volver a repetirlo! -subió una ceja y me miró con la boca abierta.
-¡Vale! -y me besó de forma inesperada y súbita, pero no fue un beso cualquiera, ya que me devoró la boca rápidamente y nuestras lenguas se entrelazaron como nuestras manos. "¡Dios, Louis! ¡Gracias por no hacerme esperar más!", pensé. 

jueves, 3 de octubre de 2013

Capítulo 18. Sin Niall Horan, las directioners no podrían vivir


[Narra Cell] : 

Estaba tumbada en mi cama escuchando música de mi ipod cuando de repente oí ruidos al otro lado de la puerta, pero no les di importancia y seguí escuchando música tranquilamente, intentando dormirme. Pero esos ruidos externos fueron todavía más fuertes e insistentes, y me saqué los auriculares y dejé mi ipod guardado en un cajón. Luego, me acerqué a la puerta y escuché que alguien me llamaba, pero no por mi nombre de pila, si no por uno de mis apodos, un apodo que hacía mucho tiempo que no escuchaba.
-Sé que estás ahí, pompita. -se reía una voz masculina al otro lado de la puerta. Así que me armé de valor y abrí la puerta.
-¿Louis? -no daba crédito a lo qué veía. Después de haberle dicho eso cuando me crucé con él, aún se encontraba con fuerzas para hablarme.
-Hola, pompita. -me saludó y luego entró en mi habitación.
-Louis, no me llames así. -me irrité.
-¿Por qué? -me preguntó sentándose en la cama. -Es tu apodo, ¿no?
-Sí, pero así sólo me llaman...
-Tus padres. Lo sé. -me sonrió.
-¿Cómo...? -estaba realmente desconcertada y mis pulsaciones iban a mil por hora.
-No preguntes nada, solamente te digo que lo sé.
-¿Quién te lo ha dicho, que me lo cargo ahora mismo? -le miré fijamente apretando los puños.
-Eso no importa. -dijo desentendiéndose del tema. -Lo importante es si estás bien, ¿lo estás?
-Sí, ¿por qué no iba a estarlo?
-Bueno, porque el otro día tuviste una reacción muy extraña conmigo y quería saber qué te ocurre. -se interesó por mí.
-Estoy bien. -le contesté tímidamente. -Ahora puedes irte, que tú tendrás otras cosas que hacer y yo también.
-Celia. -me miró fijamente. -No finjas.
-¿Qué? No finjo.
-Ya, claro. -resopló. -Bueno, he venido a pasar el tiempo contigo y resulta que tú tienes otros planes. Como quieras, ya me voy, pero si necesitas algo, cualquier cosa, ya sabes dónde estoy. -y asentí, y luego bajé la cabeza. -Adiós, Celia. -me dijo levantándose y dirigiéndose hacia la puerta, y una vez fuera, él cerró la puerta y me dejó a mí dentro con la incertidumbre de qué debía hacer.

[Narra Lizzie] : 

Estaba charlando en la cafetería del hotel con Belén y Zayn, aunque yo no intervenía en la conversación porque ellos no paraban de discutir sobre quién cantaba mejor de One Direction.
-Bueno, dejémoslo en que todos cantáis bien. -dijo finalmente Belén sonriéndole.
-¡Ay, gracias, amor! -la besó en la frente y luego le revolvió el pelo.
-¡Qué empalagosos! -solté de repente, y entonces ambos se abrazaron y se besaron más todavía. -Bueno, como aquí no se puede mantener una conversación normal, me voy a otra parte.
-No, Lizz. -me suplicó Belén.
-Voy a dar un paseo para que me dé el aire. -me levanté de la silla.
-Te acompaño. -y vi a aparecer una dulce sonrisa de oreja a oreja y unos ojos azules claros, los mismos que miraba embelesada el otro día y que no podía sacármelos de la cabeza.
-¡Niall! -me alegré de verlo. -¿Qué haces aquí?
-Pues he venido con los chicos y estamos todos en casa de Louis.
-¿Y no estaréis muy apretados? -dijo Belén.
-Un poco sí. -le contestó Zayn.
-Pues cogeros una habitación en el hotel y así estáis con nosotras.
-Y así estoy contigo. -concretó Zayn mirándola.
-Ya empiezan.
-¿Qué pasa?
-Cuando se miran así, tienes que correr si no quieres ver esa escena tan personal e íntima. -le dije y luego eché a correr.
-¡Lizz, espera! -me llamó Niall. -Adiós, chicos. -se despidió y luego vino corriendo detrás de mí.

Cinco minutos más tarde...

-Pensaba que no pararías. -dijo exhausto Niall y sentándose en un banco.
-Puedo seguir corriendo, ¿eh?
-No, déjalo ya.
-¿Por qué? Así hacemos ejercicio. -le dije moviéndome con agilidad.
-Lizzie, no puedo más. -inspiró y espiró aire de sus pulmones.
-De acuerdo. -me senté a su lado. -¿Qué tal vas? -le pasé mi brazo derecho por su espalda y le di unos pequeños golpecitos.
-Podía estar mejor, pero no; he tenido que correr casi dos kilómetros aproximadamente detrás de mi amiga que no se detenía en ningún momento. -paró un instante de hablar y continuó: -¡Ay, qué me va a dar algo!
-Tranquilo. -lo calmé y le sonreí.
-Si me muero quiero que sepas que esto es por tu culpa. -y me reí. -No te rías, que es verdad. Si las directioners se quedan sin Niall Horan ya verás qué mal lo va a pasar el mundo entero.
-No será para tanto. -ironicé. -¡Venga, te echo una carrera para volver!
-¡¡¡Lizzie!!! -me gritó, ya que yo ya me había alejado bastante, y él, con lo débil que estaba, fue caminando hasta el hotel.

Cinco minutos más tarde...

-Te gané. -dije alzando los brazos y sonriéndole triunfante.
-Ya te vale. Ésta me la pagarás. -se acercó lentamente hasta mí y me lanzó una mirada amenazante, y yo me reí. Entramos en el hotel, y los vimos a todos juntos charlando muy animadamente, pero decidí ir a cambiarme de ropa, ya que había sudado mucho. -¿No vienes?
-No, ahora mismo no. Subo un momento a la habitación para ducharme y cambiarme de ropa.
-No te hace falta.
-Pero, ¿tú has visto cómo voy? -le señalé mi ropa.
-¡Preciosa! -me miró de arriba abajo, y me sonrojé ante ese comentario.
-¡No, qué va! -seguía aún ruborizada. -Ahora bajo. -me dirigí hacia el ascensor.
-¡Lizz!
-¿Qué? -me giré de inmediato, y él me hizo un gesto con los dedos que indicaban que me estaba vigilando. -¡Anda, Niall! Si al final te lo has pasado bien... -y acto seguido me reí. Él me miró alzando una ceja y negando con la cabeza. -No lo niegues. Conmigo nadie lo pasa mal. -y él me guiñó un ojo. -Chao. -y entré en el ascensor y perdí de vista esa cabecita rubia porque se cerraron las puertas.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Capítulo 17. A veces, Celia te mira y te desintegra en seco


[Narra Irene] : 

-¡Qué va, mamá! ¿Cómo quieres que sepa eso? -y mi madre me miró divertida, y es que puedo engañar a la mamá de España porque era una buena mentirosa, pero a mi madre no se le colaba ninguna, ni yo, ni mi padre, ni nadie del trabajo."¡Oh, Jesucristo, yo no sé como voy a ocultarte lo de Harry a mi madre! Harry, el chico de ojos verdes, el alto, ése que habla lentamente, ése que lo ves y te dan ganas de adoptarlo, o como diría ella "El de One Direction"; Señor, si me quieres ayúdame", y en mi cabeza otra voz me susurró: "Tienes a tus amigas, te encubrirán", y les mandé un saludo a esas voces mientras andaba por el vestíbulo del hotel. "¡Dios, Cell está haciendo demasiado efecto en mí".
-Eres una fan, ya que sabes hasta cuando van al baño. -me dijo en tono bromista, y es cuando entre mi madre y yo nos lanzamos indirectas, en tono de broma, y aquí todo el mundo se había de poner a cubierto.
-¿Pensabas que venían por mi? -me eché a reír. -Además, el mero hecho de que estén en Doncaster -hice gestos con las manos. -no significa que sea por mi, a lo mejor es por el hotel o yo que sé. Querían tomarse un descanso. -Ella asintió, y le expliqué todo esto porque tenía curiosidad.
- ¡Irene! -la voz del irlandés inundó la sala. No me dio tiempo a reaccionar porque vino corriendo hacía mí, y junto a él también estaban Zayn, Louis, Liam y Harry, que fueron los más rezagados, y luego se unieron al abrazo colectivo. Mi madre se alejó y me miró con cara de "Menos mal que no venían por ti y venían por Rita, la sirvienta de la cuarta planta", cosa que a Louis le pareció divertido.
-Te echábamos de menos. -me dijo Zayn en un tono llorón forzado.
-¡No podíamos vivir sin ti! -me dijo Louis con su voz más aguda de lo normal mientras seguía abrazado a mi. -Es que esto de que estéis tan lejos, a cinco calles de mi casa... -explicó mientras se despegó del abrazo, y a continuación, me miró. -¡Y qué no paséis a verme y que no me hagáis una visita es una mierda! -y ahí teníamos a un Louis en estado puro. Niall intentó aguantarse la risa hinchándose sus mofletes y se puso rojo.
-¿Qué haces en pijama? -me preguntó Harry que se acercó y me besó la frente.
-Me han despertado. -y me encogí de hombros, y poco a poco, Niall abrió bien los ojos.
-¡Imperdonable a quién haya hecho eso! -y mi irlandés me dedicó una gran sonrisa.
-De todas formas íbamos a hacerlo nosotros. -¡Shhh!, se oyó, y Louis le pegó una colleja a Niall.
-Yo no sé cómo lo hago pero acabo llevándome todos los golpes. -y eso provocó que todos nos riésemos.
-Vengo a despertar a Belén. -y me quedé mirando fijamente a Zayn.
-Pasillo quinto, puerta 368. -y acto seguido le di una tarjeta que valía para las habitaciones dónde dormíamos, sí, era una especie de llave maestra, aunque dormíamos en habitaciones separadas, pero luego acabábamos las cinco durmiendo en dos camas. Todos salieron corriendo por las escaleras, menos Liam, que iba con más tranquilidad; Harry y yo, que echamos a andar mucho después.
-Ya sabes que lo estamos pasando mal. -y era verdad, si uno estaba mal, a todos les afectaba y más si era a Liam.
-Lizz me había comentado algo. -me cogió ligeramente de la mano. -Pero bueno digamos que Gema se ha pasado todos estos días durmiendo. -e inmediatamente, me acordé cuando Lizzie me contó que iban a prepararle una cita a ciegas y mi reacción fue "no podéis hacerlo eso", y entonces Celia enfureció de repente y empezó a despotricar y a mandarnos a todas literalmente a la mierda, la verdad es que llevaba razón. Gema tenía que estar preparada, ¿y si no lo estaba y hacía trizas a Liam por su inseguridad?, ¿y si tenía miedo?, ¿y si acababa odiándonos?, y eran un montón de preguntas que me hacía, mientras Cell ladraba y nos desintegraba en seco. Afortunadamente, Gema cogió un gran catarro y eso le hizo estar en cama estos dos días, y me daba a mi que iba a ir a por el tercero. Me di cuenta que Harry había empezado a hablar e intenté seguir el hilo de la conversación. Harry y yo pasamos a mi habitación, nos tumbamos en la cama, nos desentendimos del mundo y nos dimos muchos mimos.

[Narra Belén] :

Se estaba tan bien en la cama, que aunque me despertarse me daba media vuelta y me volvía a dormir, hasta que noté unos ligeros toquecitos en mi cabeza:
-Toc, toc, toc. -me dijo una voz que me es muy familiar.
-Mmm... -y me revolví entre las sábanas, pero tiraron de ellas lo suficiente para verme la cara.
-Buenos días. -y sus ojos de color marrón intenso chocaron con los míos, ni siquiera le di importancia a que me había dado los buenos días en un perfecto español. Su sonrisa era inmensamente grande desde dónde estaba. Rápidamente me incorporé en la cama.
-¡Vaya! -dije sorprendida. -Creía que lo de los buenos días se había acabado ya. -Él bajó la cabeza riendo tímidamente. -Pero de todos modos, buenos días a ti también. -le hice sitio en la cama, y él se sentó cerca de mí. -¡Oye, Zayn...!
-¿Sí? -alzó una ceja y me acerqué a él ligeramente y nuestros labios se juntaron, y poco a poco nuestras lenguas se entrelazaron, y cuando conseguimos separarnos porque no nos quedaba suficiente aire le miré un poco sonrojada.
-El beso de buenos días. -y ambos estallamos a reír a carcajadas. Cuando acabamos se recostó sobre mi y volvimos a besarnos. Un rato después, escuchamos a los chicos corretear por el pasillo.
-Creo que debería ir a ver qué hacen... -me dijo casi entre dientes.
-Lo sucumbo. -y levanté la mano, y él también se levantó.
-Me parece que cuando vengas a Londres -hizo una pausa. Exactamente nos quedaban cuatro días para volver a Londres. -Deberíamos tener una cita en toda regla. -y salió de la habitación para dejar claro que no tenía otra opción, que no era una pregunta, si no una afirmación.

[Narra Gema] :

-¡Gema! -me dijo Harry entrando corriendo en mi habitación. Noté cómo se tiró en mi cama. La verdad es que yo seguía arropada, no tenía ganas de levantarme, me encontraba realmente mal. Y entonces me paré en seco cuando escuché la voz de Niall y la de Louis, y me di cuenta que estaban aquí todos. No sabía si salir de la cama. ¡Dios! Temblaba. Ahora mismo me importaba un carajo el resfriado. Liam se sentó ligeramente al lado de la cama, como si temiese volcarla. Intenté salir como pude de allí, pero estaban todos alrededor de mí.
-Buenos días, chicos. -dije por decir algo.
-¡Hey, Gema! ¿Qué pasa? -me dijo Zayn abriendo su mano para que se la chocara.
-Irene nos ha dicho que estás mala. -concretó Niall mientras cruzaba las piernas como un indio y estornudaba.
-Un poquito. -y el irlandés me mostró una gran sonrisa.
-Espero que te mejores, porque vamos, tienes una suerte. -me dijo Louis sonriendo entre dientes.
-Sí... -bajé la cabeza. Liam y yo no fuimos capaces de mirarnos, y es que según Cell, entre nosotros había mucha tensión, especialmente una sexual no resueltaLos chicos salieron corriendo sin motivo alguno, ya que irían a despertar a las demás, pero Liam se quedó conmigo.
-¿Estás bien? -sus ojos me taladraban el alma. "¿Estás bien?", esa pregunta resonaba una y otra vez con eco en mi cabeza.
-Bueno..., estoy mala. -"Pero en realidad, Liam, estoy hecha una mierda porque soy muy insegura, porque aún no me he decidido, porque me da miedo lanzarme, porque no sé si ya no me quieres, porque me siento mal. Ayúdame". Sonrió mientras asentía.
-Espero que te mejores... -y me mordí el labio y comencé a notar mis ojos vidriosos. Mis manos volaron hasta ellos y me los froté, fue un acto reflejo. -He estado pensando en ti. -y de repente, el corazón se me paró y luego se me aceleró. "En mí", en mi cabeza resonaban esas palabras. 
-¿Ah, si? -se acercó a mi. Agradecía que Liam no le diese importancia a mi tembleque. Teníamos nuestros rostros a poca distancia.
-Sí... -miró para mis labios.
-¡Gema! -gritó Louis haciendo acto de presencia delante de nosotros y nos separamos rápidamente.
-¿Qué, Louis? -y Louis no sabía cómo actuar, no sabía si pedir perdón o hacer que no se había dado cuenta de su intromisión.
-¿Qué apodo tiene Celia? -sonrió. Cell había tenido miles de apodos.
-Pues normalmente la llamamos Celia o Cell, pero sus padres desde los siete años hasta los diez la llamaban pompita. -y acto seguido Liam y Louis rieron tiernamente.
-Gracias. -y salió corriendo.
-¿Por dónde...? -pero no dejé que Liam acabase la frase y le cogí de la barbilla y le besé; la única que tenía que aclararse era yo, y ahí tenía mi muestra de fe absoluta.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Al habla una escritora, lectora y directioner.


¡Hola, chicas!

La verdad es que mi otra escritora no se espera que vaya a escribir esta entrada. Quería deciros que cuando empezamos a escribir esta novela no sabíamos lo que la vida podía depararnos, pero he deciros que Andrea y yo vamos a cumplir nuestro sueño. Ella en Barcelona, y yo en Madrid.
Os animo a seguir luchando por esto; yo llevo dos años y medio intentando conocerles, así que no os derrumbéis, en serio. No abandonéis vuestros sueños, Andrea y yo no lo hicimos.
¡Un beso!
Os queremos.