jueves, 31 de octubre de 2013

Capítulo 20. Los fantasmas de las ex novias de mi futuro novio


[Narra Gema] :

-Aquí lo tienes. -dijo la chica de la farmacia, que me sonrió tendiéndome la caja en una bolsa; la verdad, nunca me había imaginado comprando píldoras para el día de después en una farmacia, y menos en Doncaster. Cuando salí de la puerta y dejé de notar los ojos de la farmacéutica clavándose en mí, relajé los hombros. "Si, Gema, estas cosas impresionan. Tu madre piensa que te vas a casar virgen, si es que algún día te casas." Y era verdad, mi madre siempre lo creía, porque como bien dice ella toda orgullosa, "yo me casé virgen", y yo lo negué con la cabeza mientras me encogía de hombros. No podía esperar a llegar al hotel, así que saqué la cajita y me tomé una de las cápsulas; cogí mi botella de agua y me la tragué como si no hubiese un mañana. No sabía dónde iba a esconder esa caja, no sabía lo qué le iba a decir a Liam cuando lo viese. Por suerte o por desgracia nos tuvimos que marchar antes.

[Narra Irene] :

Mientras Belén y Celia no dejaban de estar en su nube de enamoradas, yo estaba tumbada en mi cama. Seguía mirando aquellos papeles pegados en el corcho de mi pared para que no se perdiesen. Resulta que mi madre quiso darnos una sorpresa y era que había comprado entradas para el último concierto de los chicos, el final de Up All Night Tour, porque como yo ya tenía entendido iban a sacar nuevo disco denominado Take Me Home.
El otro día a Louis no se lo ocurrió otra cosa que decir que habían empezado a grabar canciones del nuevo álbum y a todas casi nos da un chungo, especialmente a las cuentas que mencionaban a los chicos como Aurotioners, que no tardó en publicarlo.
Me paseé por el pasillo porque no tenía otra cosa que hacer.
-Gema... -y ella me miró y automáticamente se quitó los cascos que tenía en las orejas.-¿Te pasa algo con Liam? Lleváis unos días distantes.-y se puso nerviosa.
-No, bueno sí. -y acto seguido se quedó callada. -No lo sé, Irene. -y Lizzie no tardó en llegar, y a continuación, las demás la siguieron.
-¡Terapia grupal! -gritó Cell, como si esperase que un grupo más grande se pusiese alrededor de Gema en plan "Alcohólicos Anónimos".
-No, chicas, no quiero hacer ninguna terapia. -se mordió el labio.-Las cosas...
-Pensábamos que habíais arreglado lo de Sophia. -y ella asintió.
-Sí...-tragó saliva. -Chicas, Liam y yo nos acostamos. -y a todas nos sorprendió. En ese momento lo comprendimos todo; regla número uno: "el sexo no es una solución ante un problema".
-¿Te dolió? -preguntó Lizzie y ella rápidamente lo negó.
-En absoluto. Y si me hubiese dolido hubiese hecho que Liam parase. -e hizo una pausa para colocarse el pelo. -Lo peor es la sensación de vacío... -y yo había oído hablar de ella, cuando concentras tantos sentimientos de forma intensa, y después se acaba sientes una sensación de vacío y de abandono, por lo que al tío le correspondía abrazarte hasta que  te durmieras o no. -Pero bueno, no me dolió.
-Dios... -dijo Belén entre dientes. -Te has tirado a Liam Payne. -y Lizz le tiró un cojín a Belén.
-¡Qué compresiva que eres a veces!, ¿eh, Belén? - yo me coloqué el pelo y me acerqué a Gema.
-Ese es el problema, que me he acostado con Liam Payne. -murmuró.
-No con Liam... -y la comprendía, yo todavía veía a Harry Styles y no a Harry, pero sólo a veces.
-Pasé un mal rato cuando fui a comprar la píldora del día de después. -y todas abrimos bien los ojos. Liam, el caballero inglés. Liam, el que era el padre de los cuatro. Liam, el más dulce y sensato.
-¿No se puso condón? -y yo juraría que a Celia casi le da algo.
-No lo sé. No me fijé en eso. Fue todo muy espontáneo. -dijo Gema, que era una chica lista y sensata, y ya lo había demostrado.

[Narra Cell] :

-Sé que no puedes vivir sin mi. -dije saliendo al porche de la casa de Irene, dónde estaba Louis que sonreía.
-¿Sabes una cosa? Las vecinas de Irene están encantadas. -hizo que me riese. -Un día viene el rizos, otro yo, otro Zayn. Un día las veo acampando. -y me abalancé sobre él.
-Yo también lo creo. -y le di un rápido beso. -Oye, Louis... ¿Me harías un favor?
-¿A quién hay que matar? -dijo. "No tienes arreglo , Tomlinson".
-Quiero que me lleves al metro. Las chicas no me han llevado al Andén  9 y 3/4. -y Louis abrió la boca.
-¿Qué pasa? Soy potterhead con todo el orgullo que me cabe entre pecho y espalda. -y Louis se rió.
-Oye, que yo soy el hijo secreto de Albus Dumbledore y de la profesora Mcgonagall, y no voy alardeando por ahí. -y le miré desafiante.
-¡Creído!
-No lo sabes tú bien. -Pero cumplió mis órdenes. Salimos escopeteados hacía el metro antes de que lo cerrasen y nos hicimos fotos, a pesar de la inmensa cola, porque como dijo Louis: "Soy Louis Tomlinson, a mí me dejan colarme por ser el hijo ilegítimo" , y muchas fans caritativas dejaron que se colase; después,  él para agradecérselo se hizo unas fotos con ellas y les firmó un par de autógrafos.
Mientras íbamos de camino a casa, miles de preguntar me llegaron a la mente.
-Oye, Louis... ¿Llevabas a Eleanor al andén? -y abrió los ojos como si hubiese descubierto una gran verdad oculta.
-¿Eleanor? -se encogió de hombros. Todos conocían a Eleanor. Eleanor, la novia dulce y guapa de Louis; a la que le quedaba bien todo y que era un amor de persona. A diferencia de otras chicas, yo le tenía un gran cariño a Eleanor. -No sé de quién me hablas. -No me esperaba que Louis reaccionase así ni que fuese así, al fin y al cabo, los recuerdos siempre permanecerían en nuestra mente.
-¿Me estás vacilando, en serio? -y acto seguido me reí por su expresión que decía que me lo estaba inventando. En ese momento, el móvil sonó y levantó la mano.
-Son mis damas. Un momento. -y sonreí porque sabía que se refería así a los chicos. -Dime, Niall. -sonreía mientras hablaba con él. -Está bien, me pasaré a por una pizza. -y torció un poco la boca con lo que le siguió diciendo el irlandés. -Dile al hipster de Zayn que se compre él los cafés del Starbucks, yo no tengo mil manos. -y escuché un "¡Pero tienes un culo gigante, Tommo!de Harry. -Rizos, sé que te pone a ti y a todos. -y luego escuché a Zayn gritar "¡A Celia también!".-Estoy seguro de qué es lo que más le gusta.-abrí bien la boca. Louis era un creído, un chulo, pero era Louis; si no fuese así, no sería él. -Bueno, damas, tengo que dejaros. Luego, os llevo eso. ¡Adiós! -y se metió rápidamente el móvil en el bolsillo, y no volvimos a tocar el tema: "¿Qué narices había pasado con Eleanor?"

[Narra Gema] :

Me disponía a abrir un libro por dónde lo había dejado; la verdad, el libro no era mío, sino que era de Celia, ya que se trataba de su libro favorito y lo releía cada vez que quería, aunque como buena lectora siempre que viajaba llevaba un libro que nunca había leído por si las moscas. Hice un intento de leer pero no pude. Bajé a la cocina y me encontré a Lizzie ensimismada con el ordenador. Deducía que estaría mirando el twitter de nuestros amigos de España, a los cuáles echábamos mucho de menos.
-¡Hola, Lizz! -dije perezosa y me senté en una de las sillas de la cocina.
-¡Hola! -me sonrió, y luego, apagó el ordenador. -Iba a preparar té, ¿quieres? -y asentí.
-¡Qué fina te nos has vuelto, Lizz! -y sonrió. -¿Sabes una cosa? -y acto seguido cogí una taza con cuidado para observarla. -Los irlandeses no toman té.
-Eres muy tonta. -y nos reímos.
-¿No os habéis besado? -Lizzie era la única que mantenía una relación de amistad con Niall, ambos eran muy amigos pero yo apostaba a que se gustaban.
-¡Gema, somos amigos! -y me reí entre dientes. La verdad es que ahora mismo daría todo lo que fuera por tener la relación que tenían Lizzie y Niall por la inexistente comunicación que teníamos Liam y yo, en el fondo me enfadaba; Si nos hemos acostado somos novios. Hazlo público, ¿no? ¿Acaso me querías sólo para eso?, miles de preguntas me abrumaban y me enfadan. Podía echar humo por las ojeras debido a la confusión que esto me provocaba, todo esto hacía que no tuviese ganas de hablar con Liam ni ganas de verlo. Me cabreaba y me sacaba de mis casillas.
-Sabes que si sigues así vas a perderle, ¿no? -Una chica rizosa morena estaba sentada encima de la encimera de Irene, cruzada de piernas, esa chica era Danielle. Primero, me asusté cuando vi su sonrisa divertida y sus ojos clavándose en mí,"¿Cómo había llegado hasta ahí?". Dejé la taza con sumo cuidado en la mesa y me giré para ver a Lizzie, ella estaba mirando su móvil como si nada; luego, me miró y me sonrió automáticamente. "¿Acaso no la veía?" Rápidamente, me giré para poder seguir contemplándola, pero Danielle ya no estaba allí, es como si se hubiese evaporado.

sábado, 12 de octubre de 2013

Capítulo 19. Una pena que durmamos bajo el mismo cielo pero no bajo las mismas sábanas o... ¿Era al contrario?


[Narra Gema] :

Y ante nuestra mirada la carretera, que pasaba delante de nuestros ojos a velocidad de la luz. Las rayas blancas que señalaban los carriles parecían cortas estrellas fugaces debajo de nuestro coche. El paisaje que nos ofrecía Inglaterra ahora mismo era el mismo paisaje monótono, todo verde; y el cielo encapotado lleno de nubes grises parecía como enfadado por los feroces destellos blancos que desprendían. Creo que la madre de Irene se peleaba con la emisora de la radio. Delante de mi había otro gran destello que resonó en todo el estado de UK, para dar paso a una gran tormenta. Pero yo ya no estaba ahí para poder ver las primeras gotas.

-¡Kate! -dije corriendo hacia ella para abrazarla. No me esperaba a Kate y a Alice en el hotel de Doncaster ni mucho menos, con todo lo que nos había pasado con los chicos no pudimos quedar con ellas, lo cuál no significa que no lo hubiésemos pensado varias veces.
-¡Gema! -y me abrazó. Kate olía a rosas literalmente y siempre iba bien conjuntada. Las demás corrieron para abrazarlas y saludarlas.
-¿Qué pasa? ¿Qué margináis a Alice? -dijo Cell mientras la saludaba. Nos percatamos de que nuestros dos amigas no estaban solas, ya que había otra chica con ellas.
-¿Estáis haciendo de hadas madrinas? -dijo Lizzie refiriéndose a la chica que las acompañaba; era un término divertido, si una fan no podía conocerles, nosotras hacíamos algún "milagro" y hacíamos de hadas madrinas.
-¡Qué va! -dijo la chica de ojos color chocolate esbozando una sonrisa. Era realmente preciosa con un pelo marrón casi por la cintura, delgada, tipo tumblr. -En realidad somos íntimas. -y todas nos encogimos de hombros. -Con los chicos. -"¿Con los chicos?" -Soy Sophia. -Cada una le dimos dos besos. Mientras desayunábamos en el restaurante, parecíamos verdaderas señoritas inglesas, sobre todo por lo bien que se nos daba cotillear.
-Y dinos, ¿de qué conoces a los chicos? -pregunto Cell. "Sabía que no podría resistirse a preguntarlo." Sonreí mientras lo pensaba y luego me empecé a beber el té, que tampoco estaba tan malo pero no era algo que me volviese loca.
-Verás..., soy la chica de Liam. -Y esas mismas palabras chocaron contra mí, haciendo que me atragantase. Todas se quedaron con los ojos bien abiertos y pálidas. "La chica de Liam."
-¿Ah, sí? -dijo Irene intentando sobrellevar la situación. "La chica de Liam."
En ese momento, Kate me pasó una servilleta.
-Si, tenemos algo. -"La chica de Liam". Me había roto por completo y no pude acabar de limpiarme porque me levanté sin previo aviso.
-Voy... -"La chica de Liam." -A cambiarme. -Tenía que salir de allí antes de inundar todo el restaurante, así que salí corriendo. "La chica de Liam." 

[Narra Irene] :

¿Qué coño acababa de pasar?, fueron mis últimas palabras cuando nos despedimos de las tres inglesas y ellas también se despidieron de nosotras en el hall para irse de compras. Nos miramos las unas a las otras.
-No sería capaz. -dijo Cell. Aunque, Cell siempre defendía a Liam.
-Tenemos que hacer algo. -dijo Lizzie. -Antes de que vengan los chicos, antes de que todo esto explote.
-Nos ha explotado ya, chicas. -dijo Belén, que se colocó de forma correcta el pelo. -Gema está rota y los chicos... -tragó saliva. -Acaban de entrar por la jodida puerta del hotel. -y nos giramos en la misma dirección que miraba Belén.
-¿Se os ha muerto alguien? -comentó Niall de manera bromista. Sonreímos relajadamente para disimular. Harry me miró y nos preguntó entre dientes lo qué pasaba.
-Acabamos de ver a tu chica. -comentó Cell con toda la fuerza del mundo.
-¿Gema? -dijo Liam, quién se percató de que Cell se dirigía a él.
-No... -dije en voz baja y Harry se colocó detrás de mi.
-A Sophia. -y los chicos se quedaron blancos y estupefactos como nosotras. Ahora parecía que a todos se nos había aparecido un fantasma.
-Tío, tienes que hablar con Gema. -le comentó Louis torciendo la boca. -Esa arpía, bueno, en realidad comprendo ambos puntos de vista. -Todos le miramos. -Joder, tengo cuatro hermanas. -y continuó: -Sophia era un antiguo rollo de Liam. Después de que rompieran, cada uno se fue por dónde había venido y decidimos aclarar lo de quedarse en el hotel. -Al día siguiente, Liam se dirigió a la habitación de Gema y nosotras..., bueno, digamos que cada una se fue por un lado distinto.

[Narra Gema] :

"No volveré a abrirle mi corazón a nadie más", eran mis constantes pensamientos mientras me maquillaba las ojeras y los ojos. Había estado llorando, y mucho.
-Gema. -me susurró una voz que hizo que las heridas, que estaban recientes, se abriesen y escociesen más. Reconocí esa voz, era la de Liam. -¿Gema? -me repitió y le abrí la puerta.
-No tengo pensado cerrarte la puerta, así que pasa. -me metí en mi habitación y cerró la puerta.
-Oye, Gema... -se acercó a mí.
-No. -me distancié de él. -¡Es tu chica! -le grité.
-No lo es. Es cierto que tuvimos algo... -musitó.
-Cuándo estaba indecisa, ¿verdad? -ni siquiera levantó la vista. -Perfecto... -le dije irónicamente. Iba a reemplazarme.
-No es lo qué piensas. -y yo negué con la cabeza. En ese instante, no me apetecía seguir hablando con él.-¡No, Gema! ¡No significa nada! Cuando... -hizo una pausa. -Me dí cuenta de que tú eras más importante.
-¡Déjalo, Liam! Yo sólo soy la española que se irá a finales de verano. -hice una pausa. -Y ella es... -y me callé durante unos breves minutos. -¡No puedo competir contra ella!
-¡Joder! -me miró y clavó los ojos en mi, y éstos se clavaron en mi corazón a la vez. -¡Ya le gustaría a ella ser tú! -y acto seguido se acercó a mi cogiéndome de la cintura. -¿Por qué narices te crees que ha venido?- desvié mi mirada. -Gema... -y negué con la cabeza. -Yo te quiero solamente a ti. -y me besó y entrelazamos nuestras lenguas. Me levanto y enlacé mis piernas a su cintura. Recorrió mi cuello a besos hasta que encontró la cama, y luego le saqué la camiseta. Pasé mis manos por cada músculo de su espalda y torso hasta que después él me despojó de casi toda mi ropa. Besó cada parte de mi cuerpo desde el cuello hasta el ombligo consiguiendo el efecto que quería, que le desease más que nunca. Le pasaba la mano por la espalda y rugía en mi boca cuando me besaba. Mientras me mordía el labio interior se deshizo de mi sujetador, hasta que entró en mí, al principio sólo encontró el impedimento natural de toda chica que no había mantenido relaciones sexuales todavía, pero después no hubo problema en que embistiese lenta y placenteramente contra mi. Nunca creí que Liam pudiese dar tanto amor que el que me dio en ese momento y el que yo le dí a él. "Tal vez estaba equivocada con eso de amar", eso fue lo que pensé antes de que me desplomase contra su pecho y pasará sus brazos por encima de mi.

[Narra Cell] :

-¿En serio vais a dejarme solo en casa con mis hermanas? -dijo Louis divertido entrando con sus manos en los bolsillos que tenía en ambos lados de los pantalones.
-Estamos un poco apretados...-confesó Zayn intentando ahogar una de sus perfectas sonrisas. 
-Sois unos cabrones y todo porque os habéis...-dijo Louis, que tenía el valor de terminar la frase, y de hecho, le sobraban huevos para hacerlo pero se limitó a reír entre dientes. Mis cuatro amigas y yo observábamos impacientes la conversación. 
-Yo no soporto dormir otra vez contigo en la cama, tío. -dijo Liam, que le miró divertido. -¿Podríais dormir vosotros con un tío que salta en la cama, come palomitas y las esparce por la cama, y luego se tira al suelo, hace la croqueta, te  muerde, y ya después si le da la real gana se tumba como una persona normal para dormirse? -y Niall no pudo contener la risa y estalló en carcajadas, como todos. 
-No te rías, Niall. En realidad, te mueres de ganas por que duerma contigo. -y Niall le lanzó una miada sexy a Louis, y él asintió.
-Bueno, en realidad, me da igual, chicos. Pasar tiempo con mis hermanas no me viene mal. -hizo una pausa para recordar lo qué iba a decir pero... -Eso si...
-Haced el favor de usar precauciones. -le dijimos Louis y yo no en un tono muy alto. Los chicos se fueron después de un buen rato allí con nosotras y yo volví a salir con el skate, pero de repente, como un rayo apareció alguien cerca de mí, en el otro carril.
-Te echo una carrera. -me dijo Louis, y él acto seguido dio más impulso, y yo hice lo mismo.
-Pero... ¡Louis! ¿Cuál es la meta? -le grité a pleno pulmón.
-¡Mi nariz! -entonces me eché a reír y me limité a adelantarle, o al menos a intentarlo. Cuando ya lo hice, él se paró.-Vale. Has ganado. -se sentó en una acera que había cerca de nosotros.
-¡Coño..., pero si has fijado una meta! -me excusé.
- Perdóneme, usted, madame. ¿El Buckingham Palace es de su agrado como meta? -y levantó el dedo meñique.
-Me parece bien. -me senté al lado de él mientras él sonreía de forma pícara.
-¡Oh! -se rió en voz baja. -Lamentarás haberme retado. -Y es que Louis era así.
-¿Ya no estás enfadado? -fruncí los labios.
-La verdad es que debería tener un cabreo de cojones, nena. -y acto seguido hizo una pausa para mirarme. -Pero contigo no sé por qué narices no puedo enfadarme; lo cuál me toca bastante las pelotas. -y yo entrecerré los ojos mientras me mordí el labio inferior.
-No me llamaste, Louis, y se supone, my Lord, que las señoritas no tienen que esperar nunca. -y le guiñé un ojo.
-¿No tenéis que esperar? -se mostró estupefacto.
-Sí. -me encogí de hombros.
-¿No tenéis que esperar? -me repitió y eso empezaba a ponerme nerviosa.
-¡Sí, Louis! ¡Joder! ¡No tenemos que esperar! ¡Me cago en todo el Parlamento! ¡No voy a volver a repetirlo! -subió una ceja y me miró con la boca abierta.
-¡Vale! -y me besó de forma inesperada y súbita, pero no fue un beso cualquiera, ya que me devoró la boca rápidamente y nuestras lenguas se entrelazaron como nuestras manos. "¡Dios, Louis! ¡Gracias por no hacerme esperar más!", pensé. 

jueves, 3 de octubre de 2013

Capítulo 18. Sin Niall Horan, las directioners no podrían vivir


[Narra Cell] : 

Estaba tumbada en mi cama escuchando música de mi ipod cuando de repente oí ruidos al otro lado de la puerta, pero no les di importancia y seguí escuchando música tranquilamente, intentando dormirme. Pero esos ruidos externos fueron todavía más fuertes e insistentes, y me saqué los auriculares y dejé mi ipod guardado en un cajón. Luego, me acerqué a la puerta y escuché que alguien me llamaba, pero no por mi nombre de pila, si no por uno de mis apodos, un apodo que hacía mucho tiempo que no escuchaba.
-Sé que estás ahí, pompita. -se reía una voz masculina al otro lado de la puerta. Así que me armé de valor y abrí la puerta.
-¿Louis? -no daba crédito a lo qué veía. Después de haberle dicho eso cuando me crucé con él, aún se encontraba con fuerzas para hablarme.
-Hola, pompita. -me saludó y luego entró en mi habitación.
-Louis, no me llames así. -me irrité.
-¿Por qué? -me preguntó sentándose en la cama. -Es tu apodo, ¿no?
-Sí, pero así sólo me llaman...
-Tus padres. Lo sé. -me sonrió.
-¿Cómo...? -estaba realmente desconcertada y mis pulsaciones iban a mil por hora.
-No preguntes nada, solamente te digo que lo sé.
-¿Quién te lo ha dicho, que me lo cargo ahora mismo? -le miré fijamente apretando los puños.
-Eso no importa. -dijo desentendiéndose del tema. -Lo importante es si estás bien, ¿lo estás?
-Sí, ¿por qué no iba a estarlo?
-Bueno, porque el otro día tuviste una reacción muy extraña conmigo y quería saber qué te ocurre. -se interesó por mí.
-Estoy bien. -le contesté tímidamente. -Ahora puedes irte, que tú tendrás otras cosas que hacer y yo también.
-Celia. -me miró fijamente. -No finjas.
-¿Qué? No finjo.
-Ya, claro. -resopló. -Bueno, he venido a pasar el tiempo contigo y resulta que tú tienes otros planes. Como quieras, ya me voy, pero si necesitas algo, cualquier cosa, ya sabes dónde estoy. -y asentí, y luego bajé la cabeza. -Adiós, Celia. -me dijo levantándose y dirigiéndose hacia la puerta, y una vez fuera, él cerró la puerta y me dejó a mí dentro con la incertidumbre de qué debía hacer.

[Narra Lizzie] : 

Estaba charlando en la cafetería del hotel con Belén y Zayn, aunque yo no intervenía en la conversación porque ellos no paraban de discutir sobre quién cantaba mejor de One Direction.
-Bueno, dejémoslo en que todos cantáis bien. -dijo finalmente Belén sonriéndole.
-¡Ay, gracias, amor! -la besó en la frente y luego le revolvió el pelo.
-¡Qué empalagosos! -solté de repente, y entonces ambos se abrazaron y se besaron más todavía. -Bueno, como aquí no se puede mantener una conversación normal, me voy a otra parte.
-No, Lizz. -me suplicó Belén.
-Voy a dar un paseo para que me dé el aire. -me levanté de la silla.
-Te acompaño. -y vi a aparecer una dulce sonrisa de oreja a oreja y unos ojos azules claros, los mismos que miraba embelesada el otro día y que no podía sacármelos de la cabeza.
-¡Niall! -me alegré de verlo. -¿Qué haces aquí?
-Pues he venido con los chicos y estamos todos en casa de Louis.
-¿Y no estaréis muy apretados? -dijo Belén.
-Un poco sí. -le contestó Zayn.
-Pues cogeros una habitación en el hotel y así estáis con nosotras.
-Y así estoy contigo. -concretó Zayn mirándola.
-Ya empiezan.
-¿Qué pasa?
-Cuando se miran así, tienes que correr si no quieres ver esa escena tan personal e íntima. -le dije y luego eché a correr.
-¡Lizz, espera! -me llamó Niall. -Adiós, chicos. -se despidió y luego vino corriendo detrás de mí.

Cinco minutos más tarde...

-Pensaba que no pararías. -dijo exhausto Niall y sentándose en un banco.
-Puedo seguir corriendo, ¿eh?
-No, déjalo ya.
-¿Por qué? Así hacemos ejercicio. -le dije moviéndome con agilidad.
-Lizzie, no puedo más. -inspiró y espiró aire de sus pulmones.
-De acuerdo. -me senté a su lado. -¿Qué tal vas? -le pasé mi brazo derecho por su espalda y le di unos pequeños golpecitos.
-Podía estar mejor, pero no; he tenido que correr casi dos kilómetros aproximadamente detrás de mi amiga que no se detenía en ningún momento. -paró un instante de hablar y continuó: -¡Ay, qué me va a dar algo!
-Tranquilo. -lo calmé y le sonreí.
-Si me muero quiero que sepas que esto es por tu culpa. -y me reí. -No te rías, que es verdad. Si las directioners se quedan sin Niall Horan ya verás qué mal lo va a pasar el mundo entero.
-No será para tanto. -ironicé. -¡Venga, te echo una carrera para volver!
-¡¡¡Lizzie!!! -me gritó, ya que yo ya me había alejado bastante, y él, con lo débil que estaba, fue caminando hasta el hotel.

Cinco minutos más tarde...

-Te gané. -dije alzando los brazos y sonriéndole triunfante.
-Ya te vale. Ésta me la pagarás. -se acercó lentamente hasta mí y me lanzó una mirada amenazante, y yo me reí. Entramos en el hotel, y los vimos a todos juntos charlando muy animadamente, pero decidí ir a cambiarme de ropa, ya que había sudado mucho. -¿No vienes?
-No, ahora mismo no. Subo un momento a la habitación para ducharme y cambiarme de ropa.
-No te hace falta.
-Pero, ¿tú has visto cómo voy? -le señalé mi ropa.
-¡Preciosa! -me miró de arriba abajo, y me sonrojé ante ese comentario.
-¡No, qué va! -seguía aún ruborizada. -Ahora bajo. -me dirigí hacia el ascensor.
-¡Lizz!
-¿Qué? -me giré de inmediato, y él me hizo un gesto con los dedos que indicaban que me estaba vigilando. -¡Anda, Niall! Si al final te lo has pasado bien... -y acto seguido me reí. Él me miró alzando una ceja y negando con la cabeza. -No lo niegues. Conmigo nadie lo pasa mal. -y él me guiñó un ojo. -Chao. -y entré en el ascensor y perdí de vista esa cabecita rubia porque se cerraron las puertas.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Capítulo 17. A veces, Celia te mira y te desintegra en seco


[Narra Irene] : 

-¡Qué va, mamá! ¿Cómo quieres que sepa eso? -y mi madre me miró divertida, y es que puedo engañar a la mamá de España porque era una buena mentirosa, pero a mi madre no se le colaba ninguna, ni yo, ni mi padre, ni nadie del trabajo."¡Oh, Jesucristo, yo no sé como voy a ocultarte lo de Harry a mi madre! Harry, el chico de ojos verdes, el alto, ése que habla lentamente, ése que lo ves y te dan ganas de adoptarlo, o como diría ella "El de One Direction"; Señor, si me quieres ayúdame", y en mi cabeza otra voz me susurró: "Tienes a tus amigas, te encubrirán", y les mandé un saludo a esas voces mientras andaba por el vestíbulo del hotel. "¡Dios, Cell está haciendo demasiado efecto en mí".
-Eres una fan, ya que sabes hasta cuando van al baño. -me dijo en tono bromista, y es cuando entre mi madre y yo nos lanzamos indirectas, en tono de broma, y aquí todo el mundo se había de poner a cubierto.
-¿Pensabas que venían por mi? -me eché a reír. -Además, el mero hecho de que estén en Doncaster -hice gestos con las manos. -no significa que sea por mi, a lo mejor es por el hotel o yo que sé. Querían tomarse un descanso. -Ella asintió, y le expliqué todo esto porque tenía curiosidad.
- ¡Irene! -la voz del irlandés inundó la sala. No me dio tiempo a reaccionar porque vino corriendo hacía mí, y junto a él también estaban Zayn, Louis, Liam y Harry, que fueron los más rezagados, y luego se unieron al abrazo colectivo. Mi madre se alejó y me miró con cara de "Menos mal que no venían por ti y venían por Rita, la sirvienta de la cuarta planta", cosa que a Louis le pareció divertido.
-Te echábamos de menos. -me dijo Zayn en un tono llorón forzado.
-¡No podíamos vivir sin ti! -me dijo Louis con su voz más aguda de lo normal mientras seguía abrazado a mi. -Es que esto de que estéis tan lejos, a cinco calles de mi casa... -explicó mientras se despegó del abrazo, y a continuación, me miró. -¡Y qué no paséis a verme y que no me hagáis una visita es una mierda! -y ahí teníamos a un Louis en estado puro. Niall intentó aguantarse la risa hinchándose sus mofletes y se puso rojo.
-¿Qué haces en pijama? -me preguntó Harry que se acercó y me besó la frente.
-Me han despertado. -y me encogí de hombros, y poco a poco, Niall abrió bien los ojos.
-¡Imperdonable a quién haya hecho eso! -y mi irlandés me dedicó una gran sonrisa.
-De todas formas íbamos a hacerlo nosotros. -¡Shhh!, se oyó, y Louis le pegó una colleja a Niall.
-Yo no sé cómo lo hago pero acabo llevándome todos los golpes. -y eso provocó que todos nos riésemos.
-Vengo a despertar a Belén. -y me quedé mirando fijamente a Zayn.
-Pasillo quinto, puerta 368. -y acto seguido le di una tarjeta que valía para las habitaciones dónde dormíamos, sí, era una especie de llave maestra, aunque dormíamos en habitaciones separadas, pero luego acabábamos las cinco durmiendo en dos camas. Todos salieron corriendo por las escaleras, menos Liam, que iba con más tranquilidad; Harry y yo, que echamos a andar mucho después.
-Ya sabes que lo estamos pasando mal. -y era verdad, si uno estaba mal, a todos les afectaba y más si era a Liam.
-Lizz me había comentado algo. -me cogió ligeramente de la mano. -Pero bueno digamos que Gema se ha pasado todos estos días durmiendo. -e inmediatamente, me acordé cuando Lizzie me contó que iban a prepararle una cita a ciegas y mi reacción fue "no podéis hacerlo eso", y entonces Celia enfureció de repente y empezó a despotricar y a mandarnos a todas literalmente a la mierda, la verdad es que llevaba razón. Gema tenía que estar preparada, ¿y si no lo estaba y hacía trizas a Liam por su inseguridad?, ¿y si tenía miedo?, ¿y si acababa odiándonos?, y eran un montón de preguntas que me hacía, mientras Cell ladraba y nos desintegraba en seco. Afortunadamente, Gema cogió un gran catarro y eso le hizo estar en cama estos dos días, y me daba a mi que iba a ir a por el tercero. Me di cuenta que Harry había empezado a hablar e intenté seguir el hilo de la conversación. Harry y yo pasamos a mi habitación, nos tumbamos en la cama, nos desentendimos del mundo y nos dimos muchos mimos.

[Narra Belén] :

Se estaba tan bien en la cama, que aunque me despertarse me daba media vuelta y me volvía a dormir, hasta que noté unos ligeros toquecitos en mi cabeza:
-Toc, toc, toc. -me dijo una voz que me es muy familiar.
-Mmm... -y me revolví entre las sábanas, pero tiraron de ellas lo suficiente para verme la cara.
-Buenos días. -y sus ojos de color marrón intenso chocaron con los míos, ni siquiera le di importancia a que me había dado los buenos días en un perfecto español. Su sonrisa era inmensamente grande desde dónde estaba. Rápidamente me incorporé en la cama.
-¡Vaya! -dije sorprendida. -Creía que lo de los buenos días se había acabado ya. -Él bajó la cabeza riendo tímidamente. -Pero de todos modos, buenos días a ti también. -le hice sitio en la cama, y él se sentó cerca de mí. -¡Oye, Zayn...!
-¿Sí? -alzó una ceja y me acerqué a él ligeramente y nuestros labios se juntaron, y poco a poco nuestras lenguas se entrelazaron, y cuando conseguimos separarnos porque no nos quedaba suficiente aire le miré un poco sonrojada.
-El beso de buenos días. -y ambos estallamos a reír a carcajadas. Cuando acabamos se recostó sobre mi y volvimos a besarnos. Un rato después, escuchamos a los chicos corretear por el pasillo.
-Creo que debería ir a ver qué hacen... -me dijo casi entre dientes.
-Lo sucumbo. -y levanté la mano, y él también se levantó.
-Me parece que cuando vengas a Londres -hizo una pausa. Exactamente nos quedaban cuatro días para volver a Londres. -Deberíamos tener una cita en toda regla. -y salió de la habitación para dejar claro que no tenía otra opción, que no era una pregunta, si no una afirmación.

[Narra Gema] :

-¡Gema! -me dijo Harry entrando corriendo en mi habitación. Noté cómo se tiró en mi cama. La verdad es que yo seguía arropada, no tenía ganas de levantarme, me encontraba realmente mal. Y entonces me paré en seco cuando escuché la voz de Niall y la de Louis, y me di cuenta que estaban aquí todos. No sabía si salir de la cama. ¡Dios! Temblaba. Ahora mismo me importaba un carajo el resfriado. Liam se sentó ligeramente al lado de la cama, como si temiese volcarla. Intenté salir como pude de allí, pero estaban todos alrededor de mí.
-Buenos días, chicos. -dije por decir algo.
-¡Hey, Gema! ¿Qué pasa? -me dijo Zayn abriendo su mano para que se la chocara.
-Irene nos ha dicho que estás mala. -concretó Niall mientras cruzaba las piernas como un indio y estornudaba.
-Un poquito. -y el irlandés me mostró una gran sonrisa.
-Espero que te mejores, porque vamos, tienes una suerte. -me dijo Louis sonriendo entre dientes.
-Sí... -bajé la cabeza. Liam y yo no fuimos capaces de mirarnos, y es que según Cell, entre nosotros había mucha tensión, especialmente una sexual no resueltaLos chicos salieron corriendo sin motivo alguno, ya que irían a despertar a las demás, pero Liam se quedó conmigo.
-¿Estás bien? -sus ojos me taladraban el alma. "¿Estás bien?", esa pregunta resonaba una y otra vez con eco en mi cabeza.
-Bueno..., estoy mala. -"Pero en realidad, Liam, estoy hecha una mierda porque soy muy insegura, porque aún no me he decidido, porque me da miedo lanzarme, porque no sé si ya no me quieres, porque me siento mal. Ayúdame". Sonrió mientras asentía.
-Espero que te mejores... -y me mordí el labio y comencé a notar mis ojos vidriosos. Mis manos volaron hasta ellos y me los froté, fue un acto reflejo. -He estado pensando en ti. -y de repente, el corazón se me paró y luego se me aceleró. "En mí", en mi cabeza resonaban esas palabras. 
-¿Ah, si? -se acercó a mi. Agradecía que Liam no le diese importancia a mi tembleque. Teníamos nuestros rostros a poca distancia.
-Sí... -miró para mis labios.
-¡Gema! -gritó Louis haciendo acto de presencia delante de nosotros y nos separamos rápidamente.
-¿Qué, Louis? -y Louis no sabía cómo actuar, no sabía si pedir perdón o hacer que no se había dado cuenta de su intromisión.
-¿Qué apodo tiene Celia? -sonrió. Cell había tenido miles de apodos.
-Pues normalmente la llamamos Celia o Cell, pero sus padres desde los siete años hasta los diez la llamaban pompita. -y acto seguido Liam y Louis rieron tiernamente.
-Gracias. -y salió corriendo.
-¿Por dónde...? -pero no dejé que Liam acabase la frase y le cogí de la barbilla y le besé; la única que tenía que aclararse era yo, y ahí tenía mi muestra de fe absoluta.