[Narra Gema] :
Y ante nuestra mirada la carretera, que pasaba delante de nuestros ojos a velocidad de la luz. Las rayas blancas que señalaban los carriles parecían cortas estrellas fugaces debajo de nuestro coche. El paisaje que nos ofrecía Inglaterra ahora mismo era el mismo paisaje monótono, todo verde; y el cielo encapotado lleno de nubes grises parecía como enfadado por los feroces destellos blancos que desprendían. Creo que la madre de Irene se peleaba con la emisora de la radio. Delante de mi había otro gran destello que resonó en todo el estado de UK, para dar paso a una gran tormenta. Pero yo ya no estaba ahí para poder ver las primeras gotas.
-¡Kate! -dije corriendo hacia ella para abrazarla. No me esperaba a Kate y a Alice en el hotel de Doncaster ni mucho menos, con todo lo que nos había pasado con los chicos no pudimos quedar con ellas, lo cuál no significa que no lo hubiésemos pensado varias veces.
-¡Gema! -y me abrazó. Kate olía a rosas literalmente y siempre iba bien conjuntada. Las demás corrieron para abrazarlas y saludarlas.
-¿Qué pasa? ¿Qué margináis a Alice? -dijo Cell mientras la saludaba. Nos percatamos de que nuestros dos amigas no estaban solas, ya que había otra chica con ellas.
-¿Estáis haciendo de hadas madrinas? -dijo Lizzie refiriéndose a la chica que las acompañaba; era un término divertido, si una fan no podía conocerles, nosotras hacíamos algún "milagro" y hacíamos de hadas madrinas.
-¡Qué va! -dijo la chica de ojos color chocolate esbozando una sonrisa. Era realmente preciosa con un pelo marrón casi por la cintura, delgada, tipo tumblr. -En realidad somos íntimas. -y todas nos encogimos de hombros. -Con los chicos. -"¿Con los chicos?" -Soy Sophia. -Cada una le dimos dos besos. Mientras desayunábamos en el restaurante, parecíamos verdaderas señoritas inglesas, sobre todo por lo bien que se nos daba cotillear.
-Y dinos, ¿de qué conoces a los chicos? -pregunto Cell. "Sabía que no podría resistirse a preguntarlo." Sonreí mientras lo pensaba y luego me empecé a beber el té, que tampoco estaba tan malo pero no era algo que me volviese loca.
-Verás..., soy la chica de Liam. -Y esas mismas palabras chocaron contra mí, haciendo que me atragantase. Todas se quedaron con los ojos bien abiertos y pálidas. "La chica de Liam."
-¿Ah, sí? -dijo Irene intentando sobrellevar la situación. "La chica de Liam."
En ese momento, Kate me pasó una servilleta.
-Si, tenemos algo. -"La chica de Liam". Me había roto por completo y no pude acabar de limpiarme porque me levanté sin previo aviso.
-Voy... -"La chica de Liam." -A cambiarme. -Tenía que salir de allí antes de inundar todo el restaurante, así que salí corriendo. "La chica de Liam."
[Narra Irene] :
¿Qué coño acababa de pasar?, fueron mis últimas palabras cuando nos despedimos de las tres inglesas y ellas también se despidieron de nosotras en el hall para irse de compras. Nos miramos las unas a las otras.
-No sería capaz. -dijo Cell. Aunque, Cell siempre defendía a Liam.
-Tenemos que hacer algo. -dijo Lizzie. -Antes de que vengan los chicos, antes de que todo esto explote.
-Nos ha explotado ya, chicas. -dijo Belén, que se colocó de forma correcta el pelo. -Gema está rota y los chicos... -tragó saliva. -Acaban de entrar por la jodida puerta del hotel. -y nos giramos en la misma dirección que miraba Belén.
-¿Se os ha muerto alguien? -comentó Niall de manera bromista. Sonreímos relajadamente para disimular. Harry me miró y nos preguntó entre dientes lo qué pasaba.
-Acabamos de ver a tu chica. -comentó Cell con toda la fuerza del mundo.
-¿Gema? -dijo Liam, quién se percató de que Cell se dirigía a él.
-No... -dije en voz baja y Harry se colocó detrás de mi.
-A Sophia. -y los chicos se quedaron blancos y estupefactos como nosotras. Ahora parecía que a todos se nos había aparecido un fantasma.
-Tío, tienes que hablar con Gema. -le comentó Louis torciendo la boca. -Esa arpía, bueno, en realidad comprendo ambos puntos de vista. -Todos le miramos. -Joder, tengo cuatro hermanas. -y continuó: -Sophia era un antiguo rollo de Liam. Después de que rompieran, cada uno se fue por dónde había venido y decidimos aclarar lo de quedarse en el hotel. -Al día siguiente, Liam se dirigió a la habitación de Gema y nosotras..., bueno, digamos que cada una se fue por un lado distinto.
[Narra Gema] :
"No volveré a abrirle mi corazón a nadie más", eran mis constantes pensamientos mientras me maquillaba las ojeras y los ojos. Había estado llorando, y mucho.
-Gema. -me susurró una voz que hizo que las heridas, que estaban recientes, se abriesen y escociesen más. Reconocí esa voz, era la de Liam. -¿Gema? -me repitió y le abrí la puerta.
-No tengo pensado cerrarte la puerta, así que pasa. -me metí en mi habitación y cerró la puerta.
-Oye, Gema... -se acercó a mí.
-No. -me distancié de él. -¡Es tu chica! -le grité.
-No lo es. Es cierto que tuvimos algo... -musitó.
-Cuándo estaba indecisa, ¿verdad? -ni siquiera levantó la vista. -Perfecto... -le dije irónicamente. Iba a reemplazarme.
-No es lo qué piensas. -y yo negué con la cabeza. En ese instante, no me apetecía seguir hablando con él.-¡No, Gema! ¡No significa nada! Cuando... -hizo una pausa. -Me dí cuenta de que tú eras más importante.
-¡Déjalo, Liam! Yo sólo soy la española que se irá a finales de verano. -hice una pausa. -Y ella es... -y me callé durante unos breves minutos. -¡No puedo competir contra ella!
-¡Joder! -me miró y clavó los ojos en mi, y éstos se clavaron en mi corazón a la vez. -¡Ya le gustaría a ella ser tú! -y acto seguido se acercó a mi cogiéndome de la cintura. -¿Por qué narices te crees que ha venido?- desvié mi mirada. -Gema... -y negué con la cabeza. -Yo te quiero solamente a ti. -y me besó y entrelazamos nuestras lenguas. Me levanto y enlacé mis piernas a su cintura. Recorrió mi cuello a besos hasta que encontró la cama, y luego le saqué la camiseta. Pasé mis manos por cada músculo de su espalda y torso hasta que después él me despojó de casi toda mi ropa. Besó cada parte de mi cuerpo desde el cuello hasta el ombligo consiguiendo el efecto que quería, que le desease más que nunca. Le pasaba la mano por la espalda y rugía en mi boca cuando me besaba. Mientras me mordía el labio interior se deshizo de mi sujetador, hasta que entró en mí, al principio sólo encontró el impedimento natural de toda chica que no había mantenido relaciones sexuales todavía, pero después no hubo problema en que embistiese lenta y placenteramente contra mi. Nunca creí que Liam pudiese dar tanto amor que el que me dio en ese momento y el que yo le dí a él. "Tal vez estaba equivocada con eso de amar", eso fue lo que pensé antes de que me desplomase contra su pecho y pasará sus brazos por encima de mi.
[Narra Cell] :
-¿En serio vais a dejarme solo en casa con mis hermanas? -dijo Louis divertido entrando con sus manos en los bolsillos que tenía en ambos lados de los pantalones.
-Estamos un poco apretados...-confesó Zayn intentando ahogar una de sus perfectas sonrisas.
-Sois unos cabrones y todo porque os habéis...-dijo Louis, que tenía el valor de terminar la frase, y de hecho, le sobraban huevos para hacerlo pero se limitó a reír entre dientes. Mis cuatro amigas y yo observábamos impacientes la conversación.
-Yo no soporto dormir otra vez contigo en la cama, tío. -dijo Liam, que le miró divertido. -¿Podríais dormir vosotros con un tío que salta en la cama, come palomitas y las esparce por la cama, y luego se tira al suelo, hace la croqueta, te muerde, y ya después si le da la real gana se tumba como una persona normal para dormirse? -y Niall no pudo contener la risa y estalló en carcajadas, como todos.
-No te rías, Niall. En realidad, te mueres de ganas por que duerma contigo. -y Niall le lanzó una miada sexy a Louis, y él asintió.
-Bueno, en realidad, me da igual, chicos. Pasar tiempo con mis hermanas no me viene mal. -hizo una pausa para recordar lo qué iba a decir pero... -Eso si...
-Haced el favor de usar precauciones. -le dijimos Louis y yo no en un tono muy alto. Los chicos se fueron después de un buen rato allí con nosotras y yo volví a salir con el skate, pero de repente, como un rayo apareció alguien cerca de mí, en el otro carril.
-Te echo una carrera. -me dijo Louis, y él acto seguido dio más impulso, y yo hice lo mismo.
-Pero... ¡Louis! ¿Cuál es la meta? -le grité a pleno pulmón.
-¡Mi nariz! -entonces me eché a reír y me limité a adelantarle, o al menos a intentarlo. Cuando ya lo hice, él se paró.-Vale. Has ganado. -se sentó en una acera que había cerca de nosotros.
-¡Coño..., pero si has fijado una meta! -me excusé.
- Perdóneme, usted, madame. ¿El Buckingham Palace es de su agrado como meta? -y levantó el dedo meñique.
-Me parece bien. -me senté al lado de él mientras él sonreía de forma pícara.
-¡Oh! -se rió en voz baja. -Lamentarás haberme retado. -Y es que Louis era así.
-¿Ya no estás enfadado? -fruncí los labios.
-La verdad es que debería tener un cabreo de cojones, nena. -y acto seguido hizo una pausa para mirarme. -Pero contigo no sé por qué narices no puedo enfadarme; lo cuál me toca bastante las pelotas. -y yo entrecerré los ojos mientras me mordí el labio inferior.
-No me llamaste, Louis, y se supone, my Lord, que las señoritas no tienen que esperar nunca. -y le guiñé un ojo.
-¿No tenéis que esperar? -se mostró estupefacto.
-Sí. -me encogí de hombros.
-¿No tenéis que esperar? -me repitió y eso empezaba a ponerme nerviosa.
-¡Sí, Louis! ¡Joder! ¡No tenemos que esperar! ¡Me cago en todo el Parlamento! ¡No voy a volver a repetirlo! -subió una ceja y me miró con la boca abierta.
-¡Vale! -y me besó de forma inesperada y súbita, pero no fue un beso cualquiera, ya que me devoró la boca rápidamente y nuestras lenguas se entrelazaron como nuestras manos. "¡Dios, Louis! ¡Gracias por no hacerme esperar más!", pensé.
-Pero... ¡Louis! ¿Cuál es la meta? -le grité a pleno pulmón.
-¡Mi nariz! -entonces me eché a reír y me limité a adelantarle, o al menos a intentarlo. Cuando ya lo hice, él se paró.-Vale. Has ganado. -se sentó en una acera que había cerca de nosotros.
-¡Coño..., pero si has fijado una meta! -me excusé.
- Perdóneme, usted, madame. ¿El Buckingham Palace es de su agrado como meta? -y levantó el dedo meñique.
-Me parece bien. -me senté al lado de él mientras él sonreía de forma pícara.
-¡Oh! -se rió en voz baja. -Lamentarás haberme retado. -Y es que Louis era así.
-¿Ya no estás enfadado? -fruncí los labios.
-La verdad es que debería tener un cabreo de cojones, nena. -y acto seguido hizo una pausa para mirarme. -Pero contigo no sé por qué narices no puedo enfadarme; lo cuál me toca bastante las pelotas. -y yo entrecerré los ojos mientras me mordí el labio inferior.
-No me llamaste, Louis, y se supone, my Lord, que las señoritas no tienen que esperar nunca. -y le guiñé un ojo.
-¿No tenéis que esperar? -se mostró estupefacto.
-Sí. -me encogí de hombros.
-¿No tenéis que esperar? -me repitió y eso empezaba a ponerme nerviosa.
-¡Sí, Louis! ¡Joder! ¡No tenemos que esperar! ¡Me cago en todo el Parlamento! ¡No voy a volver a repetirlo! -subió una ceja y me miró con la boca abierta.
-¡Vale! -y me besó de forma inesperada y súbita, pero no fue un beso cualquiera, ya que me devoró la boca rápidamente y nuestras lenguas se entrelazaron como nuestras manos. "¡Dios, Louis! ¡Gracias por no hacerme esperar más!", pensé.
Hola, soy nieva lectora me encanta.... me gustarua q te pasaras por mi blanca g y te hicieras seguidora. Es http://theyareperfecttome.blogspot.com.es besis xx
ResponderEliminarVale yo lo hago , pero también me encantaría que tu nos siguieras en este blog así verías cuando subimos caps, besos , prometemos subir pronto :)
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