sábado, 7 de diciembre de 2013

Capítulo 21. Temo perderlo para siempre


[Narra Lizzie] : 

Después de charlar con Gema, me encaminé hacia la habitación que compartía con Irene y Cell, y entré para dejar el ordenador, pero me encontré a Irene tumbada en la cama mirando el techo.
-¡Hey, cielo! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? -me preocupé y me senté en su cama.
-Sí, Lizz. No te preocupes.
-A mí no me engañas, ¿qué te pasa? -insistí una vez más.
-Pues, verás... ¿Te acuerdas que el otro día mi madre nos sorprendió con cinco entradas para el último concierto del tour de los chicos?
-¡Oh, sí! Estoy muy ilusionada. -sonreí.
-Pues..., me da pena que se acabe el tour.
-Pero, Irene, vendrán otras giras y otros conciertos... No se acaba el mundo todavía. -y acto seguido me reí de manera tímida.
-Ya, lo sé. -esbozó una leve sonrisa. -¡¿Pero, y si después de este tour, Harry se olvida de mí?! Tengo miedo de que olvide que nos conocemos, de que me olvide en general.
-Irene, te garantizo de que no se olvidará de ti. Eres inolvidable. -le saqué una amplia sonrisa.
-Gracias, guapa. -me agradeció y se sentó enfrente de mí. -¿Y qué tal estás tú con Niall? ¿Va avanzando vuestra amistad hacia un paso superior? -y se rió por esa última pregunta.
-De momento sólo somos amigos, y eso me hace estar contenta.
-Pero, ¿no te gustaría poder besarlo o mandarle algún mensaje romántico y típico de enamorados?
-¡Claro que me gustaría, Irene! Me encantaría, me chiflaría, me volvería loca de remate... -y me reí. -Pero, si no puede ser, no puede ser.
-Lizz, tú te mereces alguien como Niall.
-Ya, pero a lo mejor él no se merece alguien como yo. -bajé la cabeza.
-Di lo que quieras, pero si no luchas no lo tendrás nunca. Si no le dices lo qué sientes, otra chica se adelantará y lo hará por ti. Si no te atreves, nunca sabrás si ha merecido la pena decirle lo qué sientes por él. -y me levantó la barbilla. Luego, ella se levantó de la cama de golpe. -Lizz, arriésgate, si no lo lamentarás toda tu vida. -y abrió la puerta de su habitación y salió dejándome allí dentro pensando en lo qué me acababa de decir. Con deliberación y premeditación cogí mi móvil y llamé a Niall, aún sabiendo todas las consecuencias positivas y negativas que eso supondría.

[Narra Belén] : 

Por la tarde, estaba en el sofá con Gema viendo una película romántica y de risa. Cuando ya llevábamos la mitad de la película vista, apareció Irene entusiasmada y se sentó en medio de nosotras.
-Hola, caracolas. -nos saludó.
-¿Qué dices, loca? -le pregunté riéndome por su entrada tan efusiva.
-Nada. ¿Es que no puedo ser simpática con mis amigas?
-Claro. -y me reí.
-¿Qué veis?
-Una película de risa y de amor. -le contesté poniendo una voz teatrera.
-¿Cómo se llama?
-¡Ay, no sé!
-Genial, veis una película y no sabéis cómo se llama... Esto sí que es alucinante. -abrió bien los ojos y después se levantó del sofá.
-¿Dónde vas? -la miré con gran atención.
-Me piro, vampiro.
-Pues vale.
-¡Ah, vale! ¿No me vais a echar de menos? -se giró.
-No. -la miré un segundo y luego volví a centrar mi atención en la televisión.
-Muy bonito.
-Adiós. -levanté la mano para despedirla.
Irene salió de su casa rápidamente. Después, me fijé que Gema se había dormido, por eso estaba tan callada. Le puse una manta por encima para que no tuviera frío y a continuación apague la tele para no molestarla. Luego, me dirigí a la cocina para ver si encontraba alguien con quién hablar o si no llamaría a Zayn para que me diera conversación. Lo echaba de menos.
Sólo habían pasado unos días desde que nos habíamos ido del hotel.

[Narra Lizzie] : 

Después de hablar con Niall y de decirme que si podía quedar conmigo, me preparé bien para la tarde. Dentro de media hora, Niall pasaba a buscarme y quería estar bien arreglada y vestida, y además, no quería equivocarme con esta decisión que acababa de tomar. Si Niall no se atrevía a contarme sus sentimientos, se los iba a explicar yo.


Después de asegurarme de que iba bien elegante, bajé deprisa las escaleras, y eso atrajo la atención de Gema que salía del salón.  
-Guapa, -me piropeó. -¿Dónde vas? 
-He quedado con Niall.
-Te has arreglado mucho, ¿eh? -se acercó a mí. -Incluso te has pintado, y eso en ti no es habitual. 
-Ya, es que se lo voy a contar. 
-¿Ah, sí?
-Sí, Irene me ha convencido. No puedo seguir viviendo así, con miedo y cobardía. Tengo que enfrentarme a mis mayores miedos, a mis temores, a él. 
-¿Le tienes miedo? -alzó una ceja. 
-No, Gema, no le tengo miedo a él, sino que temo perderlo para siempre, porque cuando le dices a una persona que la quieres más que a un amigo, la amistad que mantienes con esa persona ya no se vuelve a recuperar jamás. 
-No vas a perder su amistad.
-Esperemos que no. -me puse la chaqueta y me coloqué bien el bolso. -Deséame suerte. 
-¡Good luck, honey! -dijo cruzando los dedos. Luego, salí de casa de Irene, aunque Niall aún no había llegado.