martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo 15. El último tango, y a Doncaster


[Narra Gema] :

-¡Despierta! -me dijo Celia dándome con su almohada. Me revolví entre las sábanas. "Mira, Celia, no podías elegir peor momento para despertarme", tenía muy mal genio en ese instante. -Gema, durmiendo no vas a conseguir nada, sólo consigues escapar del mundo real. -me destapó.
 Unos grandes ojos azules llenos de sinceridad e humildad me miraron.
-No es fácil, ¿sabes? -me había tirado los dos últimos días llorando a causa de mis nervios y de mis dudas. No sabía qué hacer.
-¿Me lo dices o me lo cuentas? -hice extraños gestos con sus manos. -Querida, no eres la única a la que le han besado. Yo, sin embargo, estoy esperando a que Tomlinson mueva su culo y me llame e intento no desesperarme. -"Sólo que ahora la que tiene que tomar una decisión soy yo". -Lo que a ti te pasa es que ves a Liam como tu ídolo, no como un chico de 20 años que quiere salir contigo. Piensas que vas a meter la pata y que vas a sacar tu parte más fan cuando estés con él, y eso es lo que te aterra. -"Joder, deberías ser psicóloga, Cell". -Pero él debe de tener en cuenta que está saliendo con un fan.
-De hecho lo tiene, me ha dejado tiempo para pensármelo. -jugué con un mechón de mi pelo. Odiaba ser tan indecisa, odiaba ser así. "Cell, por favor, dame lejía para beber". Me miró sonriente.
-¿Entonces? Lo tienes todo solucionado, chica. -y acto seguido se levantó y me dio un toquecito en el hombro. Cuando salió de la habitación entró Belén cantando la canción del rey león, sí, la primera que salía en la película:"Mi habitación es la estación de tren hoy". 
-Yo también me alegro de verte, Belén. Te echaba de menos. -y ésta me sonrió, y unos segundos después entró Irene con su sonrisa bobalicona de enamorada de la vida.
-¿Habéis hecho las maletas? -nos preguntó Irene.
-¿Nos estás echando? -dijo Lizzie entrando en la habitación.
-¿Sois retrasadas? -preguntó Belén con cierto tono de ironía en la voz.
-¡Belén, cállate! -le gritó Celia desde su habitación, y todas negamos la pregunta de Irene.
-Pues hacerla porque nos vamos cuatro días debido al trabajo de mi padre. -y rápidamente nos revolvimos para hacer las maletas porque salíamos en una hora.

[Narra Belén]:

-Cell, esto es una señal. -le dije y ella me fulminó con la mirada desde la otra punta del asiento. Daba gracias a que el coche del padre de Irene era familiar, porque si no tendríamos que ir dos en el techo de arriba, y no pensaba ser yo.
-De señales no se vive. -Las demás se rieron en voz baja. Todavía recuerdo la reacción de Celia de hacía dos horas; llevaba su monopatín al maletero cuando a Gema se le ocurrió preguntar a dónde íbamos; entonces Irene respondió que íbamos a Doncaster. A Celia se le cayó el monopatín de las manos y salió corriendo hacía al porche para agarrarse a uno de los postes blancos, "No me voy", gritó ella, mientras yo no podía parar de reír. Cuando tirábamos de ella, Irene nos dio el discurso de por qué no nos quedábamos en Londres, y a pesar de sus palabras amables, lo pillamos enseguida. Sus padres se iban para cuatro o cinco días al nuevo hotel que habían abierto debido a la gran cantidad de nuevos turistas. Vamos que gracias a Louis, Doncaster volvía a salir en el mapa de UK.  El padre de Irene tenía que revisar unas cosas, y la conclusión es que no se fiaban. Hacían bien, podíamos liarla un poco. La excusa de Irene fue buena: "¡Oh, vamos, chicas! Así podemos aclararnos y despejarnos un poco. De esa forma, claro que me convence. Y mientras volvía a la realidad, Zayn no hacía nada más que preguntarme por qué no estaba en casa de Irene.
-¿A dónde vais? 
-Pues, Zayn, nos vamos de viaje. ¿Por qué quieres saberlo? 
-Joder, tenía pensado ir hoy a despertarte yo mismo. XX. -¡Oh, Dios mío, Zayn! No me enamores, me dan ganas de bajarme del coche en plena autopista e ir a buscarte. 
-Lo siento, DJ Malik, pero nos vamos a Doncaster porque han abierto un nuevo hotel.-Y ahí se acabó nuestra conversación.

[Narra Cell]:

Cuando me bajé del coche, todo me recordaba a Louis. No presté atención al hotel antiguo que tenía delante, aunque también era digno de ver. Tan sólo miraba a mi alrededor pensando en Louis,"¡Oh, vamos, maldita cabeza, cállate!, fruncí el ceño y entré en el hotel. Observé la gran cantidad de turistas que había. Mientras subíamos a la habitación, una de nosotras rompió el incómodo silencio que se había formado:
-¿Sabéis qué? A lo mejor, los padres de Louis no están en Doncaster y han salido toda la semana para relajarse fuera. -comentó mirando el móvil.
-¡Oh, no! No podría vivir sin saber eso! -le saqué la lengua.
-Estás hablando con Harry, ¿verdad? -le preguntó Lizzie.
-Efectivamente. -le dijo Irene abriendo la puerta de la habitación. -Están aquí. -nos dijo casi susurrando.
-¿Qué? -le preguntó Gema.
-¿De verdad? -le preguntó Belén nerviosa mientras se tumbaba en la cama e Irene asentía.
-¡Anda, ya! ¡Qué os den a todos! -"¡Todo esto es demasiado casual!", pensé en aquel instante.
-Louis tiene que cuidar de sus hermanas porque sus padres se han ido -alegó Irene mientras recorría la habitación de un lado a otro, y yo, mientras tanto, cogí mi skate.
-Os dejo con vuestras hormonas alborotadas aquí. Me voy, a ver si me da un poco el aire y me mato en una cuesta o tal vez encuentro un convento y me hago monja. -les dije cerrando la puerta. Se oyeron unas carcajadas por detrás. Cuando salí cogí impulso y me metí por las calles estrechas de Doncaster. No me gustaba nada ir por las calles principales y grandes, no tiene ninguna gracia. Vi las típicas casas inglesas, y cuando giré por una calle vi un cartelito que ponía: "Tomlinson"; eso me indicaba que era la casa de Louis. Me puse realmente nerviosa que casi me hace perder el equilibrio con el skate. Vi a unas niñas jugando en el jardín, dos niñas iguales, "Las gemelas", no quería ni pararme, por lo tanto cogí impulso y pasé a toda velocidad por delante de esa casa. Escuché a algunas chicas exclamar algo pero no me dio tiempo a comprender lo qué decían. A los pocos minutos noté un ligero roce con el skate y miré hacia atrás, era Louis, que llevaba su camiseta gris de tirantes, sus pantalones cortos negros, sus deportivas y su gorro de lana azul. Cogí impulso con el pie izquierdo para dejarle pasar, pero no pasó y se quedó detrás de mí intentando parar mi skate, "Esto es la guerra, Tommo", pensé. Así que cogí aún más impulso para situarme más lejos de él, pero él me adelantó, y tras varios intentos de ponerse en medio, al fin me paró.
Me contempló con una sonrisa traviesa, casi enseñando todos los dientes.
-Esta bien, Louis, ¿qué quieres? -y nuestras miradas volvieron a cruzarse.

3 comentarios:

  1. ¡Diooos! Es muy asdfghj ¡Me encanta! ¡Es genial! Es pero que la continuéis pronto :D.
    Besos ♥

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  2. Muchas gracias , gema ! la verdad es que vuestros comentarios cada vez nos motivan más , y es que no queremos que esta sea la típica fanfic en la que se conocen , se enamoran y se casan , no . Esto es una novela , y estamos dándole forma , van a pasar cosas realmente interesantes en esta novela , ya las iréis viendo .
    Besos , cielo !:)
    @cuandomequieras

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  3. Muchas gracias por decirnos esto. Nos alegra y nos hace mucha ilusión. La seguiremos y subiremos muy pronto.
    Un besito.
    @andreahoran42

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